La intervención quirúrgica, que se centró en el triángulo formado
por la nariz y la boca, fue practicada por el mismo cirujano
francés que llevó a cabo el primer implante de una mano en 1988,
así como el doble injerto bilateral de las dos manos y los
antebrazos, en el año 2000.
La comunidad científica mostró ayer, tras conocer la noticia, su
expectación por conocer detalles de la operación, que puede
revolucionar la cirugía a nivel mundial.
Se trata del doctor Jean-Michel Dubernard del hospital Edouard
Herriot de Lyon (sureste de Francia), quien estuvo ayudado en esta
ocasión por el equipo del cirujano Bernard Devauchelle, del centro
hospitalario universitario de Amiens (norte), según el semanario
«Le Point».
La intervención quirúrgica se practicó entre el domingo y el
lunes pasado en Lyon.
El donante estaba en estado de «muerte cerebral» en Lille
(norte), según informaron fuentes hospitalarios.
Ni el hospital lionés ni los doctores citados han confirmado ni
desmentido por el momento esa información que mañana aparecerá en
el semanario francés.
La historia se remonta a la primavera pasada cuando el hospital
de Amiens recibió a la mujer, que había sido víctima de mordeduras
de perros que le habían arrancado los dos labios y una parte de la
nariz, señala «Le Point».
El visto bueno de la autoridades sanitarias para llevar a cabo
el implante fue dado en agosto pasado.
Se trata de una intervención de «alto riesgo» tanto desde el
punto de vista «médico como psicológico», pues puede haber «rechazo
a corto o largo plazo, así como complicaciones consecutivas a una
intervención difícil, y también éticas y psicológicas», añade.
La paciente, si el injerto prospera, deberá enfrentarse a su
nueva imagen, advierte el rotativo. Un tema sobre el que fue
advertida por parte del equipo médico.
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