La Plaça de Sant Antoni de Ciutadella, hizo honor a su nombre, y
fue otro de los puntos neurálgicos donde se concentró la gente
durante toda la mañana de ayer, al acoger el tradicional mercado de
naranjas, garballons y dátiles.
Un año más, el tradicional mercado, quedó huérfano de los
garballons a los que en esta edición hay que añadirle la ausencia
de las naranjas. De este modo, todo eran dátiles y más dátiles, el
fruto que las personas que acudieron al evento se apresuraban a
tomar, conmemorando así lo que en su día formó parte del desierto
penitencial.
Por su parte, la ya tradicional ausencia de los garballons, a
pesar de la concesión de permiso municipal para su venta, responde
a las dificultades que presenta su recolección y su posterior
incidencia en el precio. Todo ello ha echado hacia atrás al payés
encargado de su recolección, y consecuentemente a estar ausentes en
las paradas. Unos inconvenientes, que se han incrementado en los
últimos años con los efectos de prohibición positiva del GOB de
recolectarlos, para evitar su extinción.
Los estantes levantados bajo las arcadas del antiguo convento,
hoy en día Residencia Geriátrica Municipal, vendieron las diversas
variedades de dátiles (secos, confitados y naturales). El precio
del suculento fruto era de 3 y 5 euros, dependiendo si se adquiría
un cuarto de quilo o medio. De este modo se mantuvieron los precios
de los últimos dos años.
Junto a los vendedores particulares, se encontraban las paradas
del propio Patronat, la de los Escoltes de Menorca y la del
instituto Maria Àngels Cardona, cuyo alumnos recolectan dinero para
costear el viaje de final de curso. No faltó además el estante del
Col·lectiu Folklòric de Ciutadella, que sacaron a la venta las
colecciones de los Quaderns de Folklore.
El mayor grosor de gente se concentró momentos antes y justo
después del tradicional ritual de los Tres Tocs en la plaza de ses
Palmeres sobre la 13 horas. De hecho, en estos momentos el número
de personas que acudió a la tradicional Fira de la Contramurada y
al Mercado de la plaza de Sant Antoni, que la calle Pere Martorell
(que unía ambos), parecía parte integrante de los mismos.
No obstante, la mayor expectación en la plaza tuvo lugar sobre
las 13,30 horas, cuando la Banda municipal de Música de Ciutadella,
dirigida por Joan Mesquida subió a la tarima y ofreció una
actuación musical. Mientras tanto, alcalde, concejales, y el
conjunto de consellers, con la presidenta Joana Barceló al frente,
visitaron el geriátrico y brindaron por Sant Antoni. Acto seguido
fueron obsequiados con un aperitivo de caldo de gallina.
El mercado concluyó con el esperado sorteo del 'porc de Sant
Antoni', que tuvo lugar sobre las 15,30 horas. Para ello se
vendieron unas 400 papeletas a dos euros cada una. Los 800 euros
recaudados se destinarán a la residencia geriátrica municipal. Hoy
se conocerá el nombre del ganador del ejemplar de 80 kilos.
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