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El presidente del Govern, Jaume Matas, defendió ayer en el Parlament la ejecución de los proyectos de carreteras en Eivissa porque responden a las demandas de la ciudadanía, suponen el cumplimiento del programa electoral de una Administración «que no miente» y, además, subsanan el «déficit histórico» en inversión viaria con la isla Pitiusa, que se vio «muy agravado» durante la legislatura del Pacte.

Matas insistió ayer en que los proyectos de carreteras de Eivissa-Sant Antoni y nuevo acceso al aeropuerto han pasado las fases reglamentarias de exposición pública, alegaciones y de adaptación a los informes de impacto ambiental, por lo que «ahora es momento de cumplir con la demanda popular y las necesidades en materia de infraestructuras». «Debemos solucionar los graves problemas de comunicaciones y de siniestralidad que se registran en las carreteras de Eivissa», señaló a la portavoz socialista, Francina Armengol, quien a su vez remarcó que la «situación de excepción y de crispación social y política» que se está viviendo en Eivissa debería hacer pensar al Govern en la necesidad de buscar una alternativa al proyecto de carreteras actual. «Escuche a la ciudadanía, porque hay otras formas de mejorar las infraestructuras sin destrozar el territorio», le aconsejó Armengol, recordándole que si el Govern fue capaz de rectificar y desestimar el proyecto de la carretera Inca-Manacor en Mallorca, «¿por qué no hace lo mismo en Eivissa». Matas eludió responder y reiteró que «sería inaceptable» dejar a los ciudadanos de Ibiza fuera de los proyectos viarios que impulsa el Govern.

La postura de Matas contó con el respaldo de la consellera de Obres Publiques, Mabel Cabrer, quien también consideró que el Govern cuenta con el apoyo social necesario para llevar a cabo estos proyectos y acusó al PSOE de ser el partido «del no», mientras que el PP es el partido «del sí». Cabrer dijo que no puede comprarse el proyecto Inca-Manacor con el de Eivissa porque las Pitiüses lideran la mayor tasa de siniestralidad en carreteras de toda España, «situación que debe corregirse de inmediato». Por su parte, la diputada socialista Pilar Costa acusó a Cabrer de haber aprobado el proyecto de carreteras para satisfacer «intereses particulares y partidistas» y vaticinó que «a alguien le saldrá muy rentable económicamente esta legislatura», aludiendo a las empresas privadas involucradas en los proyectos viarios. El diputado socialista Joan Boned acusó a la consellera de no disponer de «argumentos sólidos» para defender la construcción de las carreteras y le pidió que «deje de manipular a la ciudadanía».

Por su parte, el conseller de Economia, Lluis Ramis de Ayreflor, defendió la inversión destinada a los proyectos y reiteró que el sistema de pago de peaje a la sombra (a plazos) es «el más económico y conveniente hoy en día». La diputada del PSM, Maria Antònia Vadell, señaló a Ayreflor si consideraba económico el sobrecoste de 294 millones que le supondrán a la ciudadanía hacer frente al pago de «solamente 22 kilómetros de carreteras».