Los jefes de Gobierno de España y Polonia y ministros de ambos países posaron ayer en La Alhambra.

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AGENCIAS-GRANADA
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, anunció ayer que, a partir del próximo 1 de mayo, España permitirá la libre circulación de trabajadores de los países que pasaron a formar parte de la UE en su última ampliación.

Tras confiar en que otros países de la UE sigan el ejemplo de España (los socios comunitarios tienen de plazo hasta finales de abril para comunicar a la Comisión Europea si deciden terminar con las trabas impuestas hace dos años), Zapatero aseguró no temer que haya un avalancha en España de trabajadores del Este europeo.

Zapatero hizo este anuncio a su homólogo de Polonia, Kazimierz Marcinkiewicz, durante la III cumbre hispano-polaca, celebrada ayer en Granada, e informó de ella en la conferencia de prensa que ambos mandatarios ofrecieron al término de su entrevista.

El jefe del Ejecutivo mostró su convencimiento de que la decisión de permitir la libre circulación de trabajadores de los países de la ampliación, entre ellos Polonia, será muy positiva para ellos, para toda la Unión Europea y para la economía y el mercado laboral de España.

Hasta ahora, los quince socios que formaban la UE antes de la ampliación, excepto el Reino Unido, Irlanda y Suecia, impedían la entrada de trabajadores de los últimos en formar parte de la Europa comunitaria.

Añadió que esos posibles temores se disipan con los hechos y se preguntó cómo no van a tener los trabajadores polacos libertad de entrada en el resto de países de la UE si Polonia es ya socio comunitario de pleno de derecho.

El primer ministro polaco dio repetidamente las gracias a Zapatero por su «valiente decisión» de abrir España a los trabajadores de su país y del resto de socios comunitarios de la última ampliación, y consideró que permite «una nueva libertad, igualdad y solidaridad».

También se mostró convencido de que este paso está cargado de «simbología política» y es bueno no sólo para su país, sino también para España. Las política comunitaria de inmigración fue tratada también en la cumbre, y España ofreció asesoramiento a Polonia en la gestión de los fondos que reciba de la UE.