Los pantanos se encuentran bajo mínimos en el territorio español.

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La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, advirtió ayer que «más del 40 por ciento de nuestros suelos» están «gravemente» afectados por la desertización, lo que requiere más atención, no sólo por parte de los países afectados de forma individual, sino a nivel internacional.

Al acto de clausura de estas jornadas, inauguradas el jueves, asistió también el secretario ejecutivo de la Convención de Naciones Unidas para la Lucha contra la Desertización, Arba Diallo, quien valoró el respaldo de España a los países más pobres, y acudieron asimismo responsables del Consejo de Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y de la Fundación «la Caixa».

Narbona, quien clausuró ayer unas jornadas sobre desertización y seguridad ambiental, organizadas por CosmoCaixa Madrid, añadió que el Gobierno español está colaborando con los autonómicos, bajo el respeto a las competencias pertinentes, «para frenar y controlar los procesos de desertización».

Desde el jueves, expertos nacionales e internacionales han debatido entre otras muchas cuestiones sobre las implicaciones biofísicas y socio-económicas que implican los procesos de desertización.

Narbona explicó que los procesos de desertización «tienen mucho que ver con la gestión del agua, y en la medida que se sobre-explotan los acuíferos se genera una tendencia mayor hacia la aridez del suelo».