Los 38 inmigrantes que completan el cómputo de 211 del fin de
semana fueron interceptados el sábado noche por una patrullera de
la Guardia Civil a 2 kilómetros de la costa del sur de Gran
Canaria, cuando se dirigían hacia la isla a bordo de una
embarcación del tipo cayuco mauritano hecha de fibra de vidrio,
anunció ayer el instituto armado.
Entre ellos figuran, según destacaron, una mujer y varios
menores, el número de los cuales aún no ha sido precisado debido a
lo reciente de la llegada de la expedición de ayer, que alcanzó la
costa sobre las 07.30 horas.
Tras Tenerife, Fuerteventura ha sido este fin de semana el
escenario de la arribada de una mayor cifra de inmigrantes, al
haber registrado ayer la llegada de 73 varones adultos de origen
subsahariano que viajaron en dos embarcaciones, una con 34 personas
y otra con 39, que fueron interceptadas en el mar por la Guardia
Civil.
Los inmigrantes, todos varones adultos de origen subsahariano,
fueron localizados frente al litoral del municipio turístico de
Mogán, a la altura de la zona de Arguineguín, a cuyo muelle fueron
conducidos para su desembarco por los efectivos de la Guardia
Civil, según un comunicado de la Comandancia de Las Palmas.
En él se destaca que la patera en que viajaron estos
inmigrantes, llevada también hasta el Muelle de Arguineguín a
remolque de la patrullera, es «una embarcación de 13 metros tipo
canoa mauritana o cayuco, fabricada en fibra y provista de un
motor».
Dada la situación, los centros de internamiento de inmigrantes
indocumentados de Tenerife, Gran Canaria y Fuerteventura se
encuentran «prácticamente al límite de su capacidad», que supera en
conjunto las 1.600 plazas, a causa de los centenares de llegadas de
personas en pateras de los últimos días.
La situación de esos centros, agravada este fin de semana ha
obligado a dar instrucciones a la Policía Nacional a que agilice
las diligencias tendentes a su repatriación desde la Delegación del
Gobierno en Canarias, según confirmaron ayer fuentes de la misma
administración.
La urgencia de esas gestiones obedece además, en buena medida, a
la necesidad de contar con espacio para albergar a otros muchos
inmigrantes que se ha pronosticado podrían llegar en próximos días
al Archipiélago en barcas procedentes del vecino continente
africano.
Un continente desde donde el gobernador de Nuadibú, Yahya Uld
Mohamed Fall, afirmó el pasado jueves que más de 12.000
subsaharianos se encontraban actualmente en los alrededores de esa
ciudad portuaria de Mauritania, fronteriza con el Sahara
Occidental, a la espera de poder emigrar clandestinamente a Europa,
a bordo de barcas en las que intentarían alcanzar Canarias.
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