Acompañada por su esposo, José Ortega Cano, y con buen aspecto
aparente, la cantante Rocío Jurado abandonó por su propio pie a las
20.00 horas de ayer el Hospital Montepríncipe de Madrid, donde
estaba ingresada desde el 23 de marzo. Después de recibir el alta
médica, y tras haber superado la insuficiencia hepática y la anemia
sufrida en las últimas jornadas, según el comunicado emitido por
los médicos, la tonadillera salía rumbo a su casa. Rocío Jurado
llegó minutos después a su domicilio de La Moraleja entre sonrisas
y saludos a los periodistas que esperaban con gran expectación en
la puerta.
Cuando la preocupación parecía acrecentarse por su estado de
salud, tras el último parte del jueves, Rocío Jurado recibió el
alta médica «tras haber presentado una recuperación del cuadro de
insuficiencia hepática sufrido en las últimas jornadas al
resolverse la causa de la misma», según el comunicado médico
emitido por el Hospital Montepríncipe de Madrid. En el mismo,
también se añade que «la mejoría ha venido acompañada de una
recuperación de su estado general y de una estabilidad en su
proceso primario». Además, también ha mejorado del cuadro
infeccioso y la anemia que sufría a su llegada al centro
hospitalario.
Ante esta mejoría, Rocío Jurado abandonaba el hospital alrededor
de las 20.00 horas por su propio pie y se introducía en su vehículo
particular acompañada por su marido, José Ortega Cano, y su hija,
Rocío Carrasco, entre una nube de periodistas y una gran
expectación, tanto a la salida del hospital como a la llegada a su
casa de la urbanización La Moraleja.
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