Presentación, ayer en Madrid, del simposio internacional «Sida: 25 años que cambiaron el mundo».

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Médicos y científicos alertaron ayer sobre la existencia de una crisis de salud sexual en el mundo occidental, donde los casos de gonorrea, sífilis y VIH están aumentando, especialmente entre los jóvenes gays, debido al abandono del sexo seguro. Así lo pusieron de manifiesto la epidemióloga estadounidense Carol Ciesileski y el coordinador del Plan de Sida del Gobierno vasco y presidente de la ONG Seisida, Daniel Zulaika, en la jornada de la Fundación Ramón Areces «Sida: 25 años que cambiaron el mundo».

Para este experto hay dos épocas, la que va de los 80 hasta el 96, que es la del sexo seguro, en la que se generaliza el uso de preservativos y en la que incluso los usuarios de drogas dejan de compartir jeringuillas.

Los jóvenes, explicaron, han abandonado la prácticas de sexo seguro, entre otras cosas porque no han visto morir a su compañeros y porque para ellos el sida es algo del pasado. Por otra parte, y según Zulaika, está en el ambiente que las relaciones sexuales deben ser habituales desde la adolescencia.

Al desaparecer la muerte como motor de cambio de hábitos sexuales, el sexo seguro se abandona y se empiezan a tener consecuencias no solo sobre el VIH sino sobre todo. Así, indicó, vemos que en Francia desde hace cuatro años están muy preocupados por la epidemia de sífilis en el colectivo gay.

Se está viendo que cada cuatro años se duplica el número de casos de sífilis y gonorrea en homosexuales y en España, las consultas por estas enfermedades en Madrid y Barcelona es «algo que llama la atención».

Para Zulaika es la pescadilla que se muerde la cola, porque con estas infecciones venéreas el VIH entra de forma más fácil, y si los datos dicen que aumenta la gonorrea, dentro de un par de años ocurrirá lo mismo con el VIH. En este aumento de enfermedades de transmisión sexual, influye también, y mucho, el contexto social de pobreza, marginación, vulnerabilidad social. Hace cinco años y entre el colectivo de prostitutas que trabajaban en España, el 90% de ellas son inmigrantes, el porcentaje de nuevas infecciones de VIH era del 3-4%, ahora es del 25%, aseguró.