Imagen de los propietarios de la administración número 11 de Cáceres.

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El sorteo extraordinario de lotería de «El Niño», celebrado ayer, día de Reyes, ha dejado el dulce sabor de los millones en pequeñas y medianas localidades de varias provincias españolas, entre ellas un pueblo de 230 habitantes, donde el panadero repartió 20 de los 100 millones de euros del primer premio.

Pese a enterarse por televisión de que había vendido el «gordo», De la Rosa desarrolló hoy su trabajo como un día normal en el reparto de pan y se ausentó casi toda la mañana del municipio, la mayor parte de cuyos habitantes le esperaba a la puerta del autoservicio. El alcalde de Tobarra, David Díez, acudió a la celebración junto a los vecinos agraciados, con quienes compartió una fuente de ajo de matazón (comida típica de la comarca), sidra y pasteles, y declaró a Efe que, además de la «inmensa alegría» por quienes «les ha tocado», agradecía la «gran repercusión para el pueblo», de unos 8.000 habitantes.

Este primer premio, que recayó en el número 92.034, dotado con dos millones de euros a la serie, se despachó en la administración número 1 de Tobarra (Albacete), en la 6 de Ferrol (A Coruña) y en la 1 de Medina de Rioseco (Valladolid).

No obstante, la fortuna pasó de largo en esta última localidad asentada en plena meseta castellana, porque los diez billetes expedidos en su administración fueron adquiridos en su totalidad por Ildefonso de la Rosa, el panadero del vecino municipio de Villardefrades y dueño también de una tienda llamada «Autoservicio Castilla» y de un bar.

Veinte millones de euros han caído en este municipio, situado al noroeste de la provincia de Valladolid que trata de evitar la despoblación y que vive de los servicios y de la agricultura.

«Está bastante repartido entre gente muy humilde, obrera, porque comencé a venderlo después de Navidad. He dado mucha alegría a mucha gente, y eso es lo principal, aunque también he recogido algunos enfados, por no haberlo ofrecido», explicó en declaraciones a los periodistas Ildefonso de la Rosa, poseedor de uno de los décimos premiados, al igual que su hermana Joaquina.

De la Rosa aclaró que la mayor parte del premio lo repartió en décimos y básicamente entre la población de Villardefrades, aunque también en otros pueblos como Castromembibre y Villavellid, donde reparte pan.

A su llegada, sobre las 14.30 horas, fue recibido con júbilo por sus paisanos a los gritos de «Este es el que nos ha traído la suerte», «Hoy no se come», «Nos ha tocado el Niño, oé, oé, oé» y «Nos has hecho millonarios a todos».

Cuarenta millones de euros se repartieron hoy los doscientos agraciados compradores del 92.034 en Tobarra, entre ellos diecisiete jóvenes trabajadoras de una fábrica textil, explicaron a Efe tanto la regente de la administración situada en la calle Mayor, Amparo Sánchez Coy, como sus hijos Juan Miguel y José Angel Montes, quienes celebraban la obtención del premio junto a decenas de los afortunados.

Aunque la mayor parte se ha vendido uno a uno, 17 décimos fueron comprados por una trabajadora de la fábrica de pantalones y chaquetas Plantoe, para repartirlos entre sus compañeras, y otros 60 ó 70 los repartió en Hellín y Albacete capital un vendedor ambulante habitual de esta administración.

La nota más anecdótica la protagonizó una chica de unos 20 años, Rocío, quien contó que en la tarde de ayer acudió a la administración para devolver el décimo porque el número «era feo», pero que, conminada por su madre que le acompañaba, decidió no hacerlo en el último instante.

En Ferrol, la suerte se repartió en un barrio obrero, según explicó a Efe Julio Rey Regueiro, que regenta la administración de lotería número 6, ubicada en el barrio del Inferniño, desde la que se despacharon 170 décimos del primer premio, mientras que otros 30 fueron devueltos.