El presidente francés, Nicolas Sarkozy, ayer en el Parlamento marroquí durante su visita a Rabat. Foto: REUTERS

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EUROPA PRESS-PARÍS La Asamblea nacional francesa aprobó ayer el proyecto de ley de inmigración que incluye la polémica medida sobre el recurso a los análisis de ADN para los inmigrantes que soliciten la reagrupación familiar y contempla una regularización de trabajadores 'sin papeles', similar a la que llevó a cabo en 2005 el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.

El controvertido texto del ministro de Inmigración e Identidad nacional, Brice Hortefeux, quinta ley francesa sobre inmigración desde 2002, ha sido respaldado por 282 diputados y rechazado por 235 y ahora debe ser aprobado por el Senado para su adopción definitiva.

Además de la cuestión del ADN, que ha acaparado la atención de la opinión pública y que la izquierda llevará ante el Consejo constitucional, el proyecto contempla que los inmigrantes se sometan a un examen sobre el conocimiento de «la lengua y los valores de la Repúbica» y firmen un contrato de «acogida e integración».

Así, si el solicitante no pasa el examen de francés en su país de origen, tendrá que asistir a un curso de dos meses transcurridos los cuales volverá a ser evaluado. También deberá tener recursos comparables al salario mínimo interprofesional.

Además, los padres que hayan traído a sus hijos gracias al reagrupamiento familiar tendrán que seguir una formación sobre los derechos y deberes de los padres en Francia. De no respetarlos, se les pueden retirar las ayudas familiares e incluso no renovársele el permiso de trabajo. La nueva reglamentación contempla igualmente la concesión de un permiso de residencia indefinido para los extranjeros que tengan ya uno desde hace diez años.