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EFE-TOKIO La flota ballenera japonesa partió ayer del puerto de Shimonoseki, en el oeste del país, con dirección al Pacífico Sur, donde cazará 50 ballenas jorobadas y pondrá fin a la moratoria que ha protegido a estos animales desde 1963.

En un contexto de escepticismo internacional, Japón inició hoy su vigésimoprimera expedición ballenera a cargo del Instituto de Investigación de Cetáceos, que comenzó sus campañas de estudio de estos animales en 1987.

Según la agencia japonesa Kyodo, durante esta campaña, que durará hasta mediados del próximo mes de abril, el equipo ballenero, formado por una tripulación de 240 personas, planea cazar 850 ballenas mink, medio centenar de ballenas fin y otras 50 ballenas jorobadas. La flota que partió ayer esta compuesta por cuatro barcos liderados por el Nissin Maru, de 8.044 toneladas, y otros dos barcos de observación que comenzaron su singladura desde el norte de Japón el miércoles. En lo que Japón presenta como un estudio sobre la edad de estos cetáceos y una recopilación de datos sobre su modo de vida y el contenido de sus estómagos, la flota nipona dará caza a ejemplares de ballena jorobada por primera vez desde 1963, fecha en la que esta especie quedó protegida por una moratoria internacional.