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AGENCIAS-LONDRES El primer ministro británico, Gordon Brown, pidió ayer disculpas en el Parlamento por la pérdida de datos confidenciales de 25 millones de ciudadanos y ordenó una revisión de los procedimientos de seguridad en los departamentos del Gobierno.

En la sesión semanal de preguntas al primer ministro en la Cámara de los Comunes, Brown informó de que ha pedido esa revisión al secretario del gabinete, Gus O'Donnell, a raíz de la polémica por la pérdida de dos disquetes que contenían toda la base de datos de los llamados subsidios infantiles que reciben las familias con niños.

El primer ministro reconoció que «no hay excusas» por lo que pasó y prometió hacer todo lo posible para impedir riesgo de fraude. «Lamento profundamente y pido disculpas por las molestias y la preocupación que esto ha causado a millones de familias que reciben el subsidio infantil», afirmó. Los dos disquetes habían sido enviados por correo normal desde el Fisco (Revenue & Customs), con sede en Tyne & Wear (noreste de Inglaterra), a la Oficina Nacional de Auditoría, en Londres. El Fisco, según el Gobierno, envió los disquetes el pasado 18 de octubre y se dio cuenta de que faltaban el 8 de noviembre.