Imagen de la ceremonia inaugural de la convención de la ONU celebrada en la isla indonesia de Bali. Foto: M.USMAN/REUTERS

TW
0

EFE-YAKARTA

Delegaciones de todo el mundo iniciaron ayer en la isla indonesia de Bali la Conferencia de Naciones Unidas sobre Cambio Climático, que determinará la respuesta de la humanidad ante el calentamiento global.

Tras un año de encuentros políticos y científicos y de muestras de buena voluntad, esta cumbre marca el momento de fijar las bases de la negociación que deberá llevar en 2009 a la aprobación de un texto que sustituya al Protocolo de Kioto. «La expectación de público para que Bali provea respuestas son grandes. Los ojos del mundo están sobre ustedes. Es una enorme responsabilidad que Bali dé resultados», afirmó en la ceremonia de apertura el secretario de la conferencia, Yvo de Boer.

En la misma ceremonia, el ministro indonesio de Medio Ambiente y presidente de la conferencia, Rachmat Witoelar, dijo que «el cambio climático es inequívoco y está acelerando» y que «cada vez es más evidente que los efectos más severos del cambio climático serán sufridos por las naciones pobres».

Ambiente propicio

Witoelar instó a las delegaciones de más de 190 países presentes a lograr un consenso en esta conferencia, que se inicia en medio de un clima internacional propicio para alcanzar compromisos firmes.

Muestra de que en la comunidad internacional ha calado la idea de que la situación reclama una respuesta urgente es la concesión del último premio Nobel de la Paz al ex vicepresidente estadounidense Al Gore y al Panel Intergubernamental de Expertos en Cambio Climático de la ONU (IPCC).

También se enmarcan en esa línea el anuncio de la Unión Europea (UE) de comprometerse a un recorte de hasta el 20 por ciento de sus emisiones o el tímido avance de Estados Unidos al admitir la necesidad de un acuerdo global.

Otro gesto significativo ha sido la firma ayer por la mañana del Protocolo de Kioto por parte del primer ministro australiano, el laborista Kevin Rudd, que ratificó el instrumento inmediatamente después de tomar posesión de su cargo.

Con Australia, el mundo ha ganado un importante socio para la lucha contra el cambio climático, pero aún queda que Bali consiga arrancar un compromiso a Washington, ya que EEUU, el principal emisor de CO2 del mundo, no ha ratificado el protocolo de Kioto alegando que afectará negativamente a su economía.

La Administración de George W. Bush ha anunciado que mantendrá su rechazo a los topes obligatorios e insistirá en que tienen que ser voluntarios.