La secretaria de Estado de Asuntos Sociales, Amparo Valcárcel, en el congreso de Save the Children.

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Cada año 1,2 millones de niños en todo el mundo son víctimas de la trata de seres humanos, un problema del que España no es ajeno, ya que, según datos de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), sólo en nuestro país hay 20.000 menores «identificados» víctimas de la explotación.

En declaraciones a los periodistas antes de participar en el congreso sobre la trata de niños organizado por Save The Children, la coordinadora para la lucha contra la trata de seres humanos de la OSCE, Eva Biaudet, advierte de que se trata de un problema muy grave que además «va en aumento».

Sólo en España, explica, hay unos 20.000 menores, identificados por la Policía, que han sido obligados a prostituirse, mendigar o cometer delitos, o que han sido víctimas de redes de delincuencia internacionales que los han utilizado para la explotación laboral, adopciones ilegales o incluso tráfico de órganos.

Estos 20.000 niños, son sólo «la punta del iceberg» porque hay «muchos más» que son víctimas de la trata de seres humanos, aunque «sólo podemos hacer estimaciones de la magnitud del problema». Por ello, el gran reto de todos los gobiernos y las instituciones internacionales que luchan contra la trata de seres humanos es «identificar a las víctimas» para saber qué situaciones les hacen «más vulnerables» y evitarlas.

Según datos de Save the Children, la explotación infantil es un negocio que mueve anualmente en todo el mundo unos 23.500 millones de euros. «Los niños son más fáciles de reclutar, convencer y trasladar que los adultos, y por tanto, frente a unos costes muy bajos, generan un beneficio económico tremendo. Son cantidades impresionantes».