España y Brasil acuerdan reunirse para tratar la crisis por las expulsiones recíprocas

El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos, y su homólogo brasileño, Celso Amorim, mantuvieron ayer una conversación telefónica para analizar la situación y buscar una solución a través del diálogo, según informaron fuentes de Exteriores. La reunión se celebrará después de Semana Santa y en ella tomarán parte los subsecretarios competentes en la materia de los Ministerios de Exteriores e Interior de ambos países.

Moratinos y Amorim han convenido en que esta cuestión «se puede superar perfectamente a través del diálogo y del cambio de opiniones» entre los dos Gobiernos, según las fuentes, que han subrayado el tono «constructivo y amigable» de su conversación. Más de 20 españoles no han sido admitidos en Brasil en la última semana después de que las autoridades de este país decidieran endurecer los controles migratorios para aplicar «medidas de reciprocidad» con España.

Estos casos se han registrado después del malestar que el Ejecutivo brasileño había expresado a España por las trabas que muchos ciudadanos procedentes de Brasil han tenido en las últimas semanas para entrar en territorio español.

Según fuentes diplomáticas brasileñas, 536 ciudadanos de este país fueron rechazados en el aeropuerto de Barajas por incumplir los requisitos que exige la UE, entre ellos documentos que justifiquen el motivo y las condiciones de la estancia y disposición de medios para subsistir y regresar a Brasil.

Desde el pasado viernes 76 ciudadanos brasileños han sido devueltos, una cifra, que según las mismas fuentes, está dentro de lo habitual. De esta cantidad, 25 fueron rechazados el pasado lunes y 22, ayer, martes.

La secretaria de Estado para Iberoamérica, Trinidad Jiménez, recibió el martes al embajador de Brasil en España, José Viegas, para tratar la cuestión. Fuentes de Exteriores señalaron que Jiménez hizo ver que no existe «ningún trato discriminatorio» hacia los brasileños y que España tiene la voluntad de mejorar los mecanismos consulares para evitar rechazos que puedan ser injustos.