Algunos de los inmigrantes subsaharianos que ayer pudieron llegar con vida a la isla de Gran Canaria. Foto: BORJA SUÁREZ/REUTERS

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OTR/PRESS-LAS PALMAS Nueva tragedia en las playas canarias. Tres inmigrantes perdieron la vida al intentar alcanzar la costa de Gran Canaria a bordo de un cayuco en el que viajaban un total de 67 personas. Dos de ellos llegaron ya muertos a la costa, mientras que el tercero falleció después de ser trasladado en estado grave hasta un hospital. El Gobierno de Canarias, en un comunicado, expresó su pesar por el fallecimiento de los tres inmigrantes y reiteró la necesidad de que «se incrementen los esfuerzos para evitar estas tragedias».

El cayuco fue avistado de madrugada, sobre las cinco y cuarto, por una embarcación de recreo y fue rescatado por Salvamento Marítimo cuando se encontraba a un kilómetro del sur de Maspalomas, en San Bartolomé de Tirajana (Gran Canaria). De las 67 personas que ocupaban la embarcación, dos ya estaban muertos cuando los efectivos de Salvamento Marítimo accedieron al cayuco, mientras que otros cuatro fueron evacuados al Hospital Insular con graves síntomas de hipotermia y deshidratación.

16 menores
Uno de ellos, que estaba «bastante grave», murió al llegar al citado centro hospitalario. Los inmigrantes, entre los que al parecer viajaban 16 menores, son todos de origen subsahariano. La portavoz del Gobierno canario, Carolina Déniz, expresó la solidaridad del Ejecutivo autonómico con los familiares de los fallecidos y el deseo de que los otros ocupantes de la citada embarcación que todavía se encuentran hospitalizados en el Hospital Insular «se recuperen lo antes posible». En un comunicado, Déniz señalo que esta nueva tragedia registrada en las costas del archipiélago «constituye una incontestable invitación a que todas las instancias con competencias en esta materia multipliquen esfuerzos para acabar con este drama».

«Es imprescindible incrementar las políticas de cooperación al desarrollo y las acciones en los países de origen de la inmigración irregular, sin olvidar que deben reforzarse los medios materiales y humanos para mejorar el control de las aguas que nos rodean», afirmó la portavoz del Gobierno que dirige Paulino Rivero. Déniz ha recalcado que «la ausencia de oportunidades y la desesperanza de millones de ciudadanos africanos son un llamamiento a la solidaridad de los países más desarrollados, que en ningún caso pueden dar la espalda o limitarse a mirar de reojo el inmenso drama que supone la pobreza o la decisión de embarcar en cayucos».