Los internautas eligen llamar Altair al pollo de águila imperial de Cabañeros

Según informó hoy la Sociedad Española de Ornitología (SEO-BirdLife), cerca de 2.000 internautas han participado en la votación del nombre del primer pollo de águila imperial ibérica «global» del planeta, del que se puede seguir su evolución día a día a través de la web www.aguilaimperial.org . Altair, con más de 1.000 votos, ha sido el nombre más votado, por delante de otras propuestas como Akila y Traviesa.

SEO-BirdLife ha recordado que con el objetivo de fomentar la participación del público y el conocimiento de esta joya de la península ibérica, el Programa Alzando el vuelo, a través de su web, proponía hace unas semanas tres nombres para el primer pollo de águila imperial ibérica que puede verse desde cualquier lugar del mundo a través de una webcam.

La instalación de la webcam es una iniciativa que se enmarca en el Programa de Conservación del Aguila Imperial Ibérica Alzando el vuelo que desarrolla SEO/BirdLife en colaboración con el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF), la Fundación Biodiversidad y con el apoyo de Obra Social Caja Madrid.

Las imágenes en directo se pueden seguir a tiempo real, desde cualquier lugar del mundo a través de la página www.aguilaimperial.org y en el centro de visitantes Casa Palillos del Parque Nacional de Cabañeros.

La ministra de Medio Ambiente y de Medio Rural y Marino, Elena Espinosa, y el presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, asistieron el pasado mes de mayo a la presentación de esta webcam en el Parque Nacional de Cabañeros
El águila imperial ibérica es una de las grandes joyas de la rica fauna ibérica, cuya distribución se localiza exclusivamente en el centro, oeste y suroeste de la península Ibérica.

Actualmente en España existen algo más de 230 parejas, lo que supone el 99 por ciento de la población reproductora mundial.
Esta ave es una de la más amenazadas del planeta, ya que alrededor de un 80 por ciento de los ejemplares jóvenes no llega a incorporarse a la población reproductora.

Aunque se desconoce cómo y dónde mueren muchos de ellos, la evidencia sugiere que se trata de mortalidad asociada a las actividades humanas, por lo que uno de los objetivos de este programa es reducir su mortalidad para garantizar su futuro.