Un miembro de la Cruz Roja llega al único bebé superviviente de la tragedia de Almería. Foto: F. BONILLA/REUTERS

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EFE-ALMERÍA El suceso más trágico del año concluyó cuando una lancha de Salvamento Marítimo rescataba a los 33 supervivientes de una patera y los trasladaba al puerto de Almería la noche del miércoles.

Según el coordinador provincial de Cruz Roja, Francisco Vicente, la experiencia de estos 33 supervivientes es la más «indescriptible y lamentable» que ha visto la organización en los últimos años.

Los supervivientes, que «llevaban entre cinco y siete días en alta mar» a bordo de una zóodiac de seis metros de eslora, tuvieron que ser evacuados de la embarcación por agentes de la Guardia Civil y voluntarios de la Cruz Roja, incapaces de sostenerse en pie. Presentaban además quemaduras tan graves «como para perder el conocimiento», según Vicente.

Temporal
De acuerdo con el «escalofriante» relato de los supervivientes, el cayuco salió con 48 personas a bordo pero, durante la travesía, un temporal con vientos de más de 70 kilómetros por hora y olas de más de cuatro metros inutilizó el único motor de la embarcación que durante varios días viajó a la deriva sin agua ni alimentos suficientes para todos. El saldo de este trágico incidente ha sido quince muertos, 14 de ellos fueron arrojados por la borda -nueve de ellos eran bebés- y una mujer murió mientras era trasladada al hospital.

Además, hay cuatro heridos que permanecen ingresados en la unidad de cuidados intensivos del hospital de Torrecárdenas (en la capital almeriense) y que están muy graves. Se trata del único bebé superviviente (de escasos meses), que tiene quemaduras graves, fiebre alta y problemas respiratorios, y tres mujeres, una de ellas que estaba en estado de gestación ha perdido el hijo que esperaba.

Uno de los pocos inmigrantes capaces de mantenerse en pie gritaba «siete días, siete días», mientras los integrantes del dispositivo sacaban de la patrullera en camilla a varios de sus compañeros.

El 90 por ciento de los supervivientes se encontraba en muy mal estado, por lo que los integrantes del dispositivo acabaron trasladando en brazos a los más débiles. Los supervivientes permanecen en los módulos de acogida del puerto de Almería, donde reciben tratamiento psicológico, especialmente las madres que han perdido a sus hijos.

Sólo durante la jornada del miércoles cerca de 150 subsaharianos fueron interceptados en tres pateras distintas.