La ministra de Educación, Mercedes Cabrera, presentó ayer los presupuestos para el próximo año. Foto: EFE

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Más de la mitad de los profesores españoles considera que los alumnos actuales son peores que los de hace unos años, aunque esta dificultad no les impide manifestarse mayoritariamente satisfechos con su labor docente.

Estas son algunas de las conclusiones de un estudio sobre 'La situación de los profesores noveles', que da a conocer la opinión del profesorado sobre la situación de los nuevos profesores y respecto a las iniciativas que consideran más idóneas para mejorar su situación profesional.

El estudio ha sido realizado a nivel nacional, a través de un cuestionario cerrado a casi 1.700 profesores de Infantil, Primaria y Secundaria (obligatoria y bachillerato) de centros públicos, concertados y privados.

En la presentación, Àlvaro Marchesi, secretario general de la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI), señaló ayer que una de las principales conclusiones es que «los profesores están satisfechos de su docencia aunque preocupados por las dificultades con las que se encuentran para enseñar».

De ahí, que un 55,5% opine que los alumnos de ahora son peores -tanto en conocimiento como en comportamiento-, en el sentido de que «les cuesta más aprender, atender y estarse quietos». Marchesi precisó además que «tienen otros valores», como mayor capacidad de trabajo en equipo y mayor control de las nuevas tecnologías.

Por su parte, el director de la Fundación SM, Leoncio Fernández, destacó que «la mayor dificultad de los profesores noveles es la disciplina y el control».

Ambos coincidieron en que para los docentes siempre «cualquier tiempo pasado fue mejor» y aseguraron que esa apreciación se repite en todos los estudios y en todos los países.

En cuanto al grado de satisfacción, casi un 68% se encuentran ahora más satisfecho o, al menos, igual de satisfechos que cuando se iniciaron en la docencia.

Aunque el recuerdo de los primeros años los perciben como fundamentales para la continuidad en su tarea, una gran mayoría (más del 85 por ciento) no se ha planteado dejar la escuela ni ha perdido la ilusión.

Los nuevos profesores se valoran mejor a sí mismos y se consideran más ilusionados, más activos y más dedicados.

Sus compañeros con más experiencia también los valoran positivamente, en general, ya que la mayoría (56,4 por ciento) cree que tienen una buena preparación profesional, si bien consideran que el punto débil está en la capacidad de los nuevos para mantener el orden en la clase.

Fernández resaltó que el estudio supone una primera aproximación al colectivo de profesores noveles, que puede servir para que las autoridades educativas y las instituciones les tengan más en cuenta. «Hay que cuidar la savia nueva que llega a los centros», aseguró.