Los frailes franciscanos captan varias imágenes del papa Benedicto XVI durante la audiencia que concedió ayer a los miembros de esta orden.

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EFE-ROMA El Pontificado de Benedicto XVI cumple hoy su cuarto aniversario y el Papa lo celebrará en la intimidad, en la residencia de Castel Gandolfo, con el único acto público del rezo del Regina Coeli, mientras prepara sus visitas a Tierra Santa y a los damnificados del terremoto de Los Abruzos.

A Tierra Santa viajará del 8 al 15 de mayo y a la región central italiana dañada por el terremoto irá, presumiblemente, el 1 de mayo, dependiendo de cómo vayan los trabajos de emergencia, para no entorpecerlos.

El Obispo de Roma, que acaba de cumplir 82 años, es una persona de «gran sensibilidad, gran humanidad y de preocupación por los demás», precisó su portavoz, Federico Lombardi.

Desde hace días están llegando felicitaciones desde todo el mundo al Vaticano por este cuarto aniversario de un Pontificado que tiene como puntos cardinales el diálogo entre fe y razón, el ecumenismo, proseguir el trabajo trazado en el Concilio Vaticano II y la defensa a ultranza de la vida desde la concepción hasta la muerte natural, la familia y la libertad de educación.

Objetivos
El Papa teólogo también ha puesto entre los objetivos de su Pontificado la recuperación de la identidad cristiana, especialmente en la cada vez más secularizada Europa.

Lombardi dijo recientemente que en estos años se ha visto que la gran preocupación de Benedicto XVI es «llevar a los hombres a Dios y Dios a los hombres».

Además de esos viajes, a los que se unirán en septiembre otro a la República Checa y varios por Italia -a Brescia, San Giovanni Rotondo, para postrarse ante los restos del santo Padre Pío de Pieltrecina-, también se espera para fechas próximas la anunciada tercera encíclica del Pontificado, de temática social.

No se descarta que convoque este año un nuevo consistorio para la creación de cardenales, visto que el número de purpurados que pueden elegir Papa en un cónclave (menores de 80 años) ha descendido y son 116, cuatro menos del tope de 120 establecido por Pablo VI.

Benedicto XVI deja atrás un año en el que ha vivido momentos muy delicados y difíciles, que le han acarreado críticas desde el mundo judío, político internacional e incluso desde dentro de la Iglesia Católica.

Las críticas se desataron tras su decisión de revocar la excomunión a los cuatro obispos «lefebvrianos» (tradicionalistas), uno de ellos, Richard Williamson, que negó el Holocausto judío, lo que puso en pie de guerra a la comunidad judía internacional y obligó al Papa a pedirle que se retracte públicamente para que pueda ejercer.