Canales Rivera vino a Palma invitado a la apertura de Pachá. | M. À. Cañellas

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El openning de Pachá de este jueves trajo como invitado al torero José Antonio Canales Rivera que, como persona, es un tipo sensacional y, como torero, pues ahí está su currículo, aunque lleve dos años sin matar un toro en una corrida. «Sigo en activo y nunca mejor dicho. Entreno más que hace 20 años, seguramente porque mi madurez me dice lo difícil que es estar delante de un toro y dentro del universo taurino. Pese a ello, llevo dos años sin matar un toro en una corrida, pero mantengo la ilusión gracias a los 20 o 30 festivales taurinos en los que participo cada año, lo cual me permite estar en contacto con los banderilleros, picadores, afición… Esto hace que pueda estar vivo y, a la vez, que me de que pensar que si no estás metido de lleno en el circuito de las ferias, es difícil que cuenten con uno. Y, encima, en lugares que se daban corridas ya no se dan. En Inca, por ejemplo, de cuya plaza guardo grandes recuerdos, pues toreé tres veces en ella, saliendo en dos a hombros».

—Si hace dos años que no torea, a lo mejor es, como se comentó en los cenáculos taurinos, porque a alguien no le interesaba que le hiciera sombra a su primo, Fran Rivera.
—Todo puede ser, pero no seré yo el que vaya haciendo ese comentario. Porque, encima, el perjudicado sería yo.

—Pero es extraño que, toreando a menudo, de pronto deje de torear. Y si es así, es que algo ha pasado aquí. Tal vez una mano negra…
—Me está costando trabajo asumir mi rol cuando soy uno de los cinco toreros que más sangre ha derramado en los ruedos, con 20 cornadas en el cuerpo, los tobillos fastidiados, los omoplatos rotos… todo eso en la plaza. Por ello, no me gusta pensar en absoluto que haya podido haber alguien que se haya dedicado a joderme. Pese a ello, no se me han quitado las ganas de seguir luchando… Es más, cada vez que me he vestido de luces, he dicho lo que suelen decir los militares: que me queda la satisfacción por el deber cumplido.

—En cuanto a eso otro que en los últimos tiempos está tan de moda en España: convertir las plazas taurinas en plazas antitaurinas, ¿qué opinión le merece?
—Pues que es muy triste que personas que llevan por bandera la Democracia sean las que quieran prohibir los toros. Y es que, el que no sabe, es como el que no ve. Porque, si entendiesen, o se preocuparan en entender la ilusión que tiene ese niño por ser torero, o la que tiene el aficionado porque haya una corrida, o comprender la idiosincrasia en sí del toro… Si al menos pretendiera entenderlo, a lo mejor cambiaba de opinión. Pero no. Estuve en un par de tertulias entre taurinos y antitaurinos y me dije que nunca más volvería a participar en ninguna de ellas, ya que esas personas se niegan rotundamente a escuchar.

—Hubo también una época en su vida en la que se le vio en la tele, ya bien en programas como ‘Las mañanas' de Cuatro, o en el concurso de Antena 3 ‘Splash', ‘Famosos al agua' o, como actor, en las series ‘Paquirri' y ‘Esposados', o en el reality ‘La selva de los famosos', también de Antena 3 y que encima ganó…
—Cada vez que me proponían algo que me interesaba, lo aceptaba, porque, encima, si el toro me daba uno, la tele me rentaba diez. Y, además, hacía una cosa distinta y me divertía. Y si me vendía, me vendía yo. Es más, le diré que jamás me he arrepentido de lo que he hecho, porque lo he hecho desde el respeto. ¿Y quiere que le diga una cosa? Pues que durante cinco meses he estado en una empresa, en un proyecto. Y, cuando llegaba a casa, mi familia me preguntaba cómo me iba, y yo les decía que algo bueno habré hecho, pues cada vez que hablo me escuchan».

—Por cierto, en ‘La isla de los famosos' protagonizó usted un episodio que dio que hablar: le pillaron duchándose desnudo.
—Sí, pero de que me pasaba todo el día trabajando, perdiendo un montón de kilos, nadie decía nada. Y, en cuanto a lo de la ducha, si me ducho, me ducho desnudo, como todo el mundo, ¿no? Pasa que la tele lo hace más grande todo.

—Supongo que de sus primos, Fran, Cayetano y Paquirrín, no le apetece hablar.
—Pues la verdad es que no. Allá cada cual con su vida.