Las personas que buceen por primera vez deben someterse a un chequeo previo, porque existen patologías en las que esta práctica está contraindicada. | Redacción Ibiza

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Si va a bucear este verano debe recordar que tiene que pasar por un reconocimiento médico previo, ya que es obligatorio hacerlo cada dos años para garantizar esta práctica de forma segura, sin riesgo de accidentes.

La Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (Seorl-CCC) subraya, en las puertas de las vacaciones de agosto, esta recomendación e incide en que es fundamental para aquellas personas que vayan a poner en práctica el buceo por primera vez porque existen patologías en las que está contraindicado o requieren especial precaución.

Este reconocimiento médico debe ser realizado por un médico titulado en medicina subacuática e hiperbárica, que podrá detectar factores de riesgo que predispongan a sufrir accidentes e intentar buscar soluciones a estas alteraciones para que puedan continuar practicando su afición.

El médico deberá realizar pruebas para valorar la capacidad de compensación de los oídos y descartar la patología nasosinusal, un electrocardiograma y una espirometría para evaluar la función cardíaca y pulmonar.

Además, del reconocimiento médico obligatorio, otro consejo a tener en cuenta es el ser valorado por un otorrinolaringólogo que pueda detectar problemas de rinitis, sinusitis, tapones o que la función de compensación sea adecuada, según sostiene la doctora Bárbara Molina, otorrinolaringóloga del Hospital del Henares y especialista en Medicina Subacuática e Hiperbárica en Buceo y Salud.

De esta forma, se pueden detectar «patologías asintomáticas, que ellos no conocen, o incluso orientarles sobre el impacto que pueden causarles enfermedades ya diagnosticadas», según la experta.

Sin embargo, -advierte- «no todos se someten a las pruebas de aptitud para bucear y tienen la falsa creencia de estar sanos, lo que puede suponer un riesgo para su salud».

En el verano de 2016, según la sociedad, se produjeron 24 muertes por accidentes de buceo y las causas más comunes de los mismos fueron bucear en solitario, el exceso de confianza o una inadecuada capacidad física.

La mayoría se deben a accidentes cardiovasculares que conducen al ahogamiento.