Cuando nos paramos a pensar en lo realmente importante, con los años y la experiencia, nos damos cuenta que, en verdad, todas las banalidades que antes considerábamos innegables, ahora son, simplemente, objetos o deseos de algo trivial que tienen un valor relativo, no el más significativo. Al final, son los momentos que vivimos, las personas que conocemos o lo que sentimos en cada uno de esos instantes compartidos, los que tienen más peso y los que ahondan en nuestro interior. Uno de esos tangibles es la familia. Existen momentos a lo largo de una vida en los que todos hemos sentido dependencia total de nuestros seres más queridos. Después, seguramente, habremos pasado más por alto sus reglas y consejos, para aprender de ello y darnos cuenta de la verdad que escondían. Y más adelante, valoramos todo lo que han hecho por nosotros, lo que pueden todavía llegar a hacer y, tristemente, lamentamos lo que no hemos sabido apreciar cuando ya es demasiado tarde.
La familia es, indudablemente, ese bien que nos define y que nos convierte en quien somos. Es nuestro todo, y ese todo hay que saber cuidarlo y protegerlo ante las inseguridades que esta vida presenta. Para ello, existen métodos que nos facilitan esa tarea y nos ayudan a estar tranquilos ante cualquier contratiempo que pueda desestabilizar nuestro núcleo familiar y burlar su seguridad. Hablamos de los seguros de protección familiar y de todas las ventajas que nos ofrecen, no sólo ante el fallecimiento de un miembro de la familia, sino en multiplicidad de casos, que nos pueden permitir seguir avanzando sin tener que padecer por la integridad de éstos y su bienestar, tanto económico como general.
Tipos de seguros de protección familiar
Aunque son los más conocidos y los principales encargados de la protección de nuestra familia; además del famoso seguro de vida, hay otras tipologías de seguros para proteger a nuestros seres más allegados que, por sus características, también pertenecen al ámbito de los seguros de protección familiar.
■ Seguro de accidentes: el siguiente, quizás, más conocido tras los seguros de vida. Este tipo de seguro suele ocuparse de los costes de la hospitalización y de la incapacidad temporal del accidentado que lo contrata. Dentro del rango hay variedad de posibilidades en base a la profesión y edad de la persona, si bien quien más uso hace de él son aquellos quienes desempeñan profesiones, consideradas, de riesgo.
■ Seguro de salud: los seguros de salud, como su nombre bien indica, destinan sus empeños en cubrir las necesidades económicas ante enfermedades y, normalmente, suelen incluir la asistencia médica e, incluso, intervención quirúrgica si ésta fuera necesaria. Cada compañía aseguradora perfila sus puntos fuertes para desbancar al resto de competidores y añade a las cláusulas los puntos que considera óptimos para ofrecer al asegurado mayores o menores beneficios.
■ Seguro de dependencia: no es fácil para todas las personas desarrollar su vida con normalidad si se encuentran en situación de dependencia. Ello les obligada a requerir siempre de la ayuda de familiares o amigos, o de los servicios contratados necesarios para ser cuidados en las condiciones óptimas. Por este motivo, dentro los seguros de protección familiar, aparecieron los seguros de dependencia los cuales se hacen cargo del coste de los cuidados meritorios para el asegurado y se evite, así, que sean las personas de su entorno (no profesionales) quienes deban velar por la cura del damnificado.
Cómo adquirir un seguro de forma eficaz
Entre la variedad anterior, existen especificaciones que cada aseguradora ofrece para encontrar el seguro que se adapte mejor a cada necesidad. Por ello, también es muy importante saber discernir entre los distintos tipos de seguros que se nos presentan y elegir la compañía adecuada que, verdaderamente, tenga en cuenta nuestra situación y nos permita proteger a nuestra familia con plenas garantías. Así, adquirir un seguro de forma inteligente se convierte en un must necesario. ¿Cómo debemos hacerlo?
■ En primer lugar, hay que informarse sobre la compañía aseguradora en cuestión. Mediante el conocimiento de la solvencia económica de ésta y la opinión de sus clientes, podemos averiguar el grado de calidad en el servicio que presta.
■ La licencia de la empresa y de sus trabajadores es fundamental para dar plenas garantías al servicio.
■ Comparar cotizaciones de varias compañías frente a la misma idea de seguro que queramos para la protección de nuestra familia. Cada aseguradora tiene sus propios seguros y cada cual, aún y centrarse en el mismo tema, tienen especificaciones concretas con primas y coberturas distintas que seguro nos permitirán delimitar mejor nuestra búsqueda. Normalmente, a más características, opciones y beneficios se incluyan en cualquier póliza, más costosa es. Una póliza más económica, lógicamente, puede tener menos. Por ello, es importante no escoger el seguro basándonos únicamente en el precio.
La protección familiar es algo imperante y por lo que debemos velar. Conocer las necesidades que nos permitan alcanzar ese objetivo tiene que ser, también, el punto de partida de la compañía y el fluir de sus acciones a lo largo del contrato.
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