Carly Murphy. | Click

TW
0

Carly Murphy es cantante. Se gana la vida como tal, de fiesta en fiesta, de hotel en hotel. Canta como Carly, y canta también formando parte del Tributo a Abba. Además, toca el piano y compone sus propias canciones. Lleva viviendo en Mallorca desde hace veinte años, ya que sus padres, Chic Murphy y Tracey Leatherby, en el momento de la retirada de aquel, eligieron nuestra isla, sobre todo por su clima, por su gente y porque estás cerca de cualquier sitio de Europa.

Carly, hace dos semanas apareció en Factor X. Fue la última en cantar. Rubia, guapa, simpática, hablando castellano con remarcado deje británico… Cantó, se movió al ritmo de la música… Recibió cuatro noes de parte del jurado. Unánimemente la mandaban a casa. Carly pidió que la escucharan en otra canción, pero no había tiempo. Era la última y el programa tocaba a su fin. Cuando abandonó el escenario, uno de los miembros del jurado comentó que era normal que su padre no la hubiera querido apoyar en su carrera musical.

Su padre es Chic Murphy, el creador de Spice Girls, las jóvenes inglesas que revolucionaron el mundo de la música en la década de los 90, imponiendo un estilo y una forma de vestir. «Cuando fui al programa, pensé que iba a gustar la historia de una chica casada tras ocho años de noviazgo, a quien su marido dejó por otra a los cuatro días de haberse ido a Australia, por un trabajo. Esa historia es mi historia… Que no pasa nada. Que peor hubiera sido que el suceso se hubiera producido más tarde, habiendo tenido hijos… Pero no. A ellos les gustó más mi otra historia. La de mi padre, creador de Spice Girls. Insistieron en que fuera al programa, que estuviera conmigo, pero él dijo que no estaba en condiciones…. Aparte de que a mis padres nunca les gustó que me presentara a ningún concurso, sobre todo a mi padre, que conoce el negocio y sabe que puede ser difícil. Es más, mi padre no lo ha visto, ni le apetece verlo, y mi madre vio un trozo a través de la pantalla del móvil y… Pues que también me propusieron que, si no podía ir, grabarles en casa un vídeo en el que me desearan suerte. Pero tampoco quisieron».