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Un vídeo que está recorriendo con fuerza la red muestra una escena sorprendente en un bautizo en Francia. El cura que lo oficia es un capellán mayor, de la vieja escuela, que al principio sostiene al recién nacido entre sus brazos, que llora y se queja.

En las imágenes se ve como trata de consolarlo antes de derramar el agua baptismal sobre él, pero pronto se le agota la paciencia. El vídeo capta el momento en el que el sacerdote le propina una bofetada al bebé, que lejos de apaciguarlo lo exalta aún más.

Los familiares, presentes a muy poca distancia, casi ni reaccionan, mientras el bebé llora más y más fuerte. Atónitos contemplan la escena, hasta que el padre decide arrebatarle de las manos al bebé y consolarlo.

Este documento ha gozado de una amplia difusión en las redes sociales, y ha generado múltiples críticas, tanto para el comportamiento del religioso como en el caso del de los familiares, a quienes les cuesta actuar después de que un desconocido pegue a su hijo.