Una de romanos

Grupos de alumnos de diferentes centros de educación participaron durante la jornada de este viernes por la mañana en las actividades organizadas en este encuentro.

«La vestimenta era muy importante en el mundo romano. Dependiendo de cómo vestían, se sabía a qué clase pertenecían», comenta Pep Campillo, profesor de Latín y director de Maremagnvm. Precisamente, en el taller de moda, los asistentes descubren el valor que tenían los colores o cómo se creaban las capas, vestidos, etc.

Otro de los puestos que acapara también mucha atención es el de cocina, donde se elaboran panes y se descubre que «en sus platos ponían tantas especias que no distinguían entre dulce o salado, lo mezclaban todo», comenta Campillo, quien añade: «Como anécdota, los romanos no tenían servilletas y todo lo que caía al suelo, mientras comían, no se recogía. El acto de la comida era un acto sagrado y lo que caía se consideraba que era para los muertos».

En nuestro particular recorrido conocemos a Salvador Maimó, miembro de la Federación Balear de Tir de Fona, quien realiza un exhibición de cómo se lanzaban los honderos.

Además, muestra un molde de cómo se fabricaban los proyectiles en plomo que se utilizaban en las batallas.

Por su parte, Caterina, Laura y Paula esperan en el ‘oráculo' a los curiosos que quieren conocer su futuro, como lo hacían las pitonisas y sacerdotisas. «Sacrificamos una cabra (en este caso de peluche, para la demostración), para predecir el futuro. Y el dios Apolo se presenta en forma de humo», comentan las jóvenes.

Merichel y Sebastiana son las hechiceras y curanderas del poblado romano que durante este fin de semana acoge La Misericòrdia y en el que se pueden conocer los antiguos juegos, que con los años dieron paso al parchís o la oca, entre otros. Otro taller muestra cómo se hacían escudos y espadas de madera. Este sábado, a las 18.00 horas, se representará una interesante lucha de gladiadores.