Con más de 60 años de experiencia en el mundo de la panadería, aunque jubilado, no falla ni un día supervisando que todo se haga de forma correcta en su Forn Can Rafel, de es Pilarí, toda una institución en el mundo de estos panecillos.
¿Cómo empezó en el negocio de la panadería?
—Comencé a los 12 años en una panadería de s'Arenal, que se llamaba Can Agustí, hace ‘sólo' 63 años.
¿Y ahí ya hacía ‘llonguets'?
—Sí, porque el dueño, Agustí Gaspar, había trabajado antes en una panadería llamada Can Ripoll con un francés, quien fue quien introdujo este panecillo en Mallorca. En un principio se le conocía como ‘panet francés'. A este francés le costaba mucho pronunciar la palabra Llonquet cuando hablaba del barrio de Santa Catalina y de ahí surgió el nombre de llonguet para hacer referencia a este panecillo. Agustí ya murió hace unos 15 años con 92 años.
¿Después ya se estableció por su cuenta?
—No, antes de ello trabajé ocho años de encargado en Casa Amer, en la plaza del mercado de s'Arenal, y luego me buscaron para inaugurar Continente, pero a los cuatro meses lo dejé y me establecí solo en es Pilarí. Ya estoy jubilado, pero vivo al lado y vengo cada día.
¿Le gusta el ‘llonguet'?
—Es un par que está bien, pero se tiene que consumir caliente porque, si no, pierde mucho encanto.
¿Es difícil hacer un buen ‘llonguet'?
—Sí, y pocos lo hacen en Mallorca, quizás 10 ó 15. Muchos hacen un panecillo parecido pero no es un llonguet. Hay que hacerlo a mano y el secreto está en que haya una buena fermentación, el reposo que toca y cortarlo en el momento. Y es muy importante hacerlo en un horno de leña.
¿Tiene algún ‘llonguet' favorito?
—Soy fácil de conformar y a mí lo mejor es comerlo con aceite y tomate de ramallet.
Estéticamente. ¿Cómo debe ser un buen ‘llonguet'?
—Alto, estos que hay por ahí que son bajitos no son llonguets.
¿Es el pan que más le gusta?
—Prefiero mucho más una rebanada de pan payés.
8 comentarios
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Però no diu on es fan els millor
Ya te puedes ir al Norte a comer pan, que nosotros los mallorquines estamos muy contentos con nuestra tierra y todo lo que ofrece, no solo playa y sol.
mi abuelo hoy tendria unos 104 años de jovencito en tiempos de la guerra del 36 subia el pan a los presos del castillo de bellver. este horno estaba en la calle del socorro. el me conto uno de los secretos del llonguet. se hacian muy pocos ... a ver si averiguais el por qué?
Echo de menos los llonguets calientes del Moka, en la calle San Miguel. Que ricos los hacían.
Hay buen pan, pan sin más y mal pan. Está claro que un buen pan, de estos en España te lo sueles encontrar por el norte y no en la cuenca del mediterráneo, se puede comer frío o caliente porque tiene sabor.
Un buen llonguet se come según lo que metas dentro. Debe comerse (como todo pan bueno), fresco, de pocas horas, bien enfriado (no en bolsas de plástico) y, si tienes que "calentarlo", tiene que ser tostado en una TORRADORA, no en una calienta sandwidches, que eso es un invento de los foráneos (lo digo con intención cariñosa, de verdad) a quienes los bares que compran pan congelado les colocan un bocadillo de atún calentado al horno, para disimular la mier.... de pan que tienen.
El problema de tomarlo caliente es que no lo compras recién hecho, cuando aún tiene calor, y recalentarlo es un pecado.
Por suerte cada uno se lo come como quiere, para mi depende del relleno....con ciertos rellenos (p ej atún o solo aceite y tomate) mejor frio y con otros mejor caliente (p ej york y queso) de todos modos, por suerte somos libres de tomarlo como nos dé la gana y siempre está buenísimo!!