Consciente del esfuerzo de los alumnos y los padres para seguir día a día el temario y los deberes, un profesor de Filosofía ha querido tener un detalle con sus alumnos confinados en casa. Sergio Calleja ha escrito una carta a sus estudiantes para motivarles y recordarles lo importante de estos días.
La misiva de este profesor ya triunfa en las redes sociales, muchos otros compañeros de profesión la han compartido para recordar la importancia de los valores en tiempos difíciles.
Puede leer aquí la carta integra:
«Querido alumno adolescente:
No tengo que ser yo el que te diga que el confinamiento continúa y que parece que va para largo, ya lo sabes y ya lo sufres. Para nadie es fácil y sé que para ti menos. Cuando se tiene la vida en los labios, cuando se tienen tantas ganas de volar, cuando soñabas con ese viaje con todos tus compañeros, cuando se estrena la libertad cada día y cuando se desean vivir experiencias cada noche, estar encerrado en casa no es fácil. Solo te puedo decir que lo estás haciendo muy bien. Realmente bien.
Cuando cada día os oigo en la pantalla del ordenador, cuando recibo vuestras reflexiones sobre la libertad y cuando cumplís en la entrega de todo lo que los profesores proponemos solo me puedo sentir orgullo de vosotros. Sí, no sé si alguien te lo está diciendo, si te sirve te lo digo yo: lo estás haciendo muy bien.
Entendiste muy pronto el mensaje repetido de que no estábamos de vacaciones y que las clases continuaban con normalidad, es verdad, pero que no te engañen, esto no es normal. Las clases no continúan con normalidad, que los profesores te mandemos una lista interminable de tareas (sé que te está resultando agobiante) no quiere decir que estemos enseñando, mucho menos significa que estemos educando. Sé que las circunstancias de cada uno de vosotros son muy diferentes, vuestro acceso a la tecnología, vuestras situaciones familiares, vuestros hogares… no os agobiéis, esta lista de tareas no es ahora lo más importante. Aceptad cada uno vuestra situación y sacad lo mejor de vosotros mismos como en tantas ocasiones os he visto hacer.
Es un tiempo privilegiado para aprender, no precisamente matemáticas, física, literatura o latín sino para aprender grandes lecciones importantes que, tal vez, pasan desapercibidas en las clases presenciales por el agobio del «temario oficial». Es un tiempo privilegiado para educar la paciencia, sé que te cuesta mucho; admirar la solidaridad del ser humano, todo el mundo está sacando lo mejor de sí mismo y esta me parece la mejor orientación académico-profesional que puedes recibir; entender la verdadera libertad; vivir con menos cosas; pensar mucho; entender lo importante que son las clases, quién te iba a decir a ti que estabas deseando volver al instinto del que tantas veces dijiste que te querías ir y no volver; entender y valorar la utilidad de las redes sociales como herramienta de relación y aprendizaje, no olvides que somos relación… seguro que tú puedes continuar esta lista de aprendizajes.
Los balcones se han convertido en escenarios improvisados para el mundo donde se aplaude, se canta, se recita, se interpreta música, se homenajea, se vibra...y ahí también estás tú. Las calles se llenan de aplausos y ruido de sirenas que emocionan. ¿No te parece esto una lección magistral?
Al final ha tenido que ser un virus y no un filósofo, como yo pensaba, quien nos remueve la conciencia y nos enseñe qué es la vida, su significado más profundo y su verdadera esencia. Cuando salgamos de nuestras casas, que hoy son más que nunca nuestras «cavernas», será otra la realidad que nos encontremos, más verdadera, más humana, más real, más viva. De esta saldremos siendo mejores, sabiendo qué es el bien, la belleza y la verdad.
Un abrazo. Habrá primavera.
Sergio Calleja».
13 comentarios
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Pero sin lovidar que, en la vida, hay trabajos donde importan más las buenas matemáticas que las buenas lecciones, las cuales, por otra parte, también se pueden aprender en casa con los padres.
Yo no me tomaría tan a la ligera el asunto de las matemáticas. El mismo Pedro Sánchez se mostró muy preocupado por el descenso de las matriculaciones en las carreras científicas. Al contrario, tienen gran importancia en los países asiáticos con sistema escolar exitoso.
No se trata de memorizar libros de lo que sea Hay que enseñar otros valores en las escuelas Como cocinar.lavores ..civismo...cómo tratar A los mayores..como hacer un CV...cómo afrontar la vida cuando salgan de la escuela. Y por favor. Que vuelva la mili.....que los niños de hoy no saben hacer la O con un canuto No son más inútiles...por que no se entrenan
En ningún momento el profesor le quita mérito a aprender matemáticas o lo que sea. De lo que se trata es de aprovechar las circunstancias para aprender otras cosas no académicas, pero que sí forman parte de la vida. Ser profesor o maestro, no se circunscribe a dar la lección magistral, quien quiera aprender que lo haga, ver los exámenes y aprobar o suspender. Hay más cosas que enseñar y que son positivas para la madurez del alumnado. Me parece positivo.
Este señor sabe unas cuantas cosas que me parecen más o menos bien. Sólo una objeción: qué tal si entre los valores que personalmente se interiorizan se incluye el impulso irrenunciable de conocer y aprender, incluyendo el esfuerzo necesario para ello, ya se trate de la filosofía, las matemáticas o cualquier otro sector del conocimiento. Al fin y al cabo no es muy distinto a lo que ocurre con práctica del ejercicio físico: puede ser un placer y requiere un cierto esfuerzo.
en un mundo donde todo ya está conectado a las tecnologías de la información, el big data y las estadísticas el profundo conocimiento de las matemáticas es escencial para el exito de cualquier individuo. flaco favor les hace a los niños...
El mensaje tiene su valor. Esto dicho, mucha gente puede escribir una carta parecida, pero no todos podemos dar clase a distancia. El viejo debate entre instrucción y educación.
La lección es muy clara después de esta pandemia. Con poco puedes ser muy feliz. No vas a tomar café, lo haces tranquilamente en tu casa. No vas a beber cerveza al bar, te la tomas tranquilamente en tu casa. No vas al restaurante a comer pizzas, te la compras en el super y te la haces a tu gusto en tu casa. No vas al gimnasio donde están todos aglomerados y sudados, te montas una esterilla, unas botellas de agua, una silla y ya tienes tu gimnasio gratis, salir en bici, te montas un rodillo te lo pones en el balcón y ya haces bicicleta. Y así un largo ejemplo de cosas que sin salir de casa y gastar podemos hacer. Miren ustedes si podemos ahorrar tiempo y dinero en salidas.
Soy una madre de una estudiante de 17 años, y acabo de enviarle esta carta a mi hija. Ojala muchos más profesores enseñaran lecciones de vida como tu Sergio. Estoy contigo, esto que están viviendo, esto que será parte de su historia, les enseñara mucho más que una clase de matemáticas. Gracias por compartir esta carta. Saludos.
Tiene toda la razon.