Con dos botellas de agua Raquel Pachecho muestra como ejercitar los bíceps, los deltoides y la espalda. | Click

TW
22

Raquel Pacheco tiene uno de los mejores cuerpos que hay en Instagram. Puede haber iguales al suyo, pero nunca superiores. Por ello, os aseguro que levanta la moral a cualquiera con solo verla, sea en bikini, con top, con pantalones ajustados… Da lo mismo.

Y si es en un vídeo, en movimiento, para qué os cuento. Porque aunque de la impresión de que son los mismos movimientos, los mismos contorneos y los mismo pasos, cada vez es una Raquel diferente. Ni qué decir que esa anatomía, genes aparte, no le ha salido gratuita. A diario, ya bien en casa —ahora, en confinamiento—, bien en el gimnasio, nos consta que se machaca intensamente. Es más, puestos a superarse en el entrenamiento, se ha hecho espartana, con lo que ejercita su cuerpo a máximo nivel, a base de fuerza, disciplina y resistencia. «Este año me presenté a la competición que se hizo en Palma», desvela.

Como cualquier hijo de vecino, Raquel —'Raquelitaamega', así se presenta en Instagram—, está confinada en su apartamento, que no sola, pues la acompañan su novio y sus dos conejos. «Dicen que convivir durante muchas semanas con una persona, como nos ocurre ahora a todos, puede dar lugar al divorcio, pues en este tiempo, el roce diario puede crear conflictos. Pero este no es nuestro caso, ya que los cuatro nos llevamos muy bien, por tanto vamos a salir de aquí más fortalecidos».

¿Qué hace a lo largo del día…? Pues como hemos apuntado más arriba, la mañana la dedica a hacer ejercicio. Pero ejercicio a tope, eh, a veces utilizando el palo de la fregona para hacer cintura, o dos botellas llenas de agua, una en cada mano, para fortalecer los brazos y hombros... O sentadillas, o hacer el pino abriendo y cerrando las piernas… «Es necesario, porque si no lo haces, como no haces nada, puedes terminar el confinamiento sin poder salir por la puerta de tu casa». Luego almuerza, y gran parte de la tarde la pasa viendo películas de Netflix desde el salón de su casa. «¿Os recomiendo alguna? A mí me han gustado Efecto mariposa y El francotirador».

Volviendo a su Instagram, Raquel considera que todavía no tiene muchos seguidores —83.000—, «pero ya hay firmas que me hacen regalos, prendas, cremas, productos dietéticos, etc, para que los luzca. Quiero decir que todavía no puedo vivir de Instagram, que tampoco pasa nada por no poder hacerlo, pues afortunadamente tengo un negocio que hasta ahora me ha dado para ello… Aunque a partir de ahora, vamos a ver qué pasa».

Porque Raquel es autónoma, con negocio de eventos enfocado al turismo y al ocio nocturno. «Básicamente alquilo vestidos de fiesta, represento gogós, organizo fiestas... Y como me temo que no va a avenir turismo, o si viene será muy poco, no sé lo que va a pasar… Bueno, sí. Quiero ser positiva y pensar que si no las grandes discotecas, que ¡ojalá abran!, sí abrirán locales pequeños, que son los que me suelen llamar. Pero… No sé, no sé… Ya veremos. Espero que no sea una temporada tan negra como nos imaginamos, que si lo es… Bueno, soy una superviviente nata. En mi adolescencia y juventud he pasado cosas peores que el coronavirus. Me quedé sola en Brasil, ya que mi madre se marchó a Europa, y tuve que sobrevivir».

Por cierto, viendo algunas fotos en las que luce bikini, le decimos que parece increíble que tanto cuerpo quepa en tan poca tela. «Pues sí, así es. Porque me das una corbata y me hago un bikini», asegura.