Un momento de la celebración del Diumenge de l’Àngel que tiene lugar en el Castell de Bellver. | P. Pellicer

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En 1982, por iniciativa de la Federació d’Associacions de Veïns de Palma, presidida por aquel entonces por Jordi Sastre, se recuperó la fiesta del Diumenge de l’Angel, prohibida durante el franquismo. 38 años después la ciudad volverá a quedarse sin esta fiesta en el Castell de Bellver por culpa del estado de alarma provocado por el coronavirus.

El Diumenge de l’Àngel (también llamado de pasqüeta o de pasqüetes) es el día que se celebra la festividad del Ángel Custodio y tiene lugar el primer domingo después de Pascua.

La fiesta se celebraba primero el primer lunes después de la Dominica in albis de la liturgia católica, día de la ‘Caridad’ (de donde viene el nombre de pancaritat).

El historiador Gaspar Valero Valero explica que «la celebración del antiguo patrón de Palma, el Ángel Custodio, coincidía con el pancaritat. Con este nombre, se conocía el reparto de pan que se hacía a las familias pobres por parte de los antiguos jurados de Mallorca cada año el día del Ángel».

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En 1627 la Iglesia pasó la fiesta al segundo domingo de Pascua y en 1672 al 2 de octubre, pero popularmente se ha mantenido el primer domingo después de Pascua.

Pocas celebraciones son antiguas., ya que data de 1407, y se combinó con la anterior celebración de la fiesta de la Caridad. Con el tiempo se convirtió en una de las fiestas más populares de la Isla y que concentraba en la capital gente de la Part Forana de la isla, sobre todo campesinos, que veían en el Ángel un protector de la agricultura, aunque Valero duda de este extremo.

El historiador recuerda lo que decía el cronista Joan Muntaner Bujosa, que hablaba de «la piadosa costumbre de poner las ciudades bajo la salvaguarda de un ángel tutelar para que las protegiera de calamidades y las defendiera de enemigos. En ocasiones eran las corporaciones que tomaban un ángel protector, como el Colegio de la Mercadería de Mallorca que le adoptó también como figura heráldica de sus armas».

En 1652 Sant Sebastià sustituyó al Ángel Custodio como patrón de la ciudad.