El encantador de caballitos de mar

Un caballito de mar ante los ojos verde mar del fotógrafo del mundo submarino. | T.Juan

E. PlanasPalma14/08/20 11:27

Tony Juan comenzó a utilizar las gafas y el tubo con solo cuatro años. El comandante Pujol, su padre, era el encargado del Club Illetas. Su mundo, desde muy niño, estuvo relacionado con la Naturaleza, con el ‘Gran Azul’. Hoy en día trabaja en Caixabank y dedica su tiempo de ocio al buceo y la fotografía científico-artística. Cámara en ristre, se adentra de noche en el mar. Es el momento en que la mayoría de seres vivos que habitan en el silencio se despiertan. Ante sus ojos y ante los focos que utiliza, se despliega un mundo fascinante de colores y formas. Tony es miembro de ‘Observadores del Mar’, un portal de ciencia ciudadana para colaborar en la investigación marina, recopilando observaciones sobre los fenómenos que ocurren en el mar, por puro deleite. Juan aporta sus fotografías y realiza un seguimiento de su área de buceo habitual, para anotar cambios en el ambiente marino a lo largo del año.

Tony Juan aprendió a ver el mar y conocer sus recovecos sin el equipo de buceo con el que hoy proyecta sus inmersiones. Sabe perfectamente dónde se posan moluscos bivalvos, equinodermos, nudibranquios y sus adorados signátidos, los caballitos de mar. «Pueden mover cada ojo de manera independiente y mirar al mismo tiempo delante y detrás, por eso aguanto hasta que me mira de frente. Saqué una foto que Imedea (Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados) ha publicado.

Mientras hablamos, se enardece la evocación del mundo marino. Llama la atención que sepa dónde está el caballito de mar amarillo y rojo como si de un amigo se tratara y nunca abandonase su lugar de residencia. Ofrece pistas sobre lugares donde se puede encontrar nudis y estrellas de mar y la boca ya sabe a salitre. Es más tarde cuando lo salado torna agrio. La nacra, bivalvo endémico del Mediterráneo, desaparece de nuestras aguas. En Mallorca vivimos de espaldas al mar que se ve desde opulentos barcos. Hemos obviado reservas marinas y no se sumergen barcos que constituirían pecios de vida marina tan hermosos que Mallorca sería importante destino turístico de amantes del buceo.