A los niños les encanta descubrir cómo se mueve un pez al cogerlo, cómo se intentan escapar los pulpos antes de llegar a las cajas o la presencia de delfines. También medir la talla de los peces más pequeños para lanzarlos al mar con la esperanza de poder capturarlos el año que viene. Todo ello forma parte de una actividad cada vez más reconocida tanto por turistas como por residentes. De hecho, este agosto ha sido la primera vez que familias de la Isla se han sumado al pescaturismo. Hasta entonces, los ‘reyes' de estas salidas eran los extranjeros.
Diez barcas son las que comparten con los turistas y residentes su experiencia en la pesca. Hay todo tipo de excursiones con ellos a bordo. Desde algunas que te permiten ver amanecer, hasta otras que, incluso, incluyen degustar un paella hecha al momento en el barco. «Este año no ha sido bueno, pero no nos podemos quejar. Durante los meses de julio y agosto se han realizado cien excursiones, en las que han participado 300 turistas. En julio tuvimos la mitad que el año pasado y en agosto solo un 20 por ciento menos. Comparando con la caída del 80 por ciento en el sector turístico en Mallorca, hemos tenido una buena temporada. Cada vez la gente lo conoce más y contratan la actividad directamente a través de la web pescaturismomallorca.com. La mayoría son alemanes (60 por ciento) y muchos suizos. También mallorquines que están descubriendo esta actividad y la regalan a sus familiares. Los pescadores trabajan todo el año y las excursiones también se pueden realizar», afirma Pepe Martínez, director general de Pescaturismo, que agradece la actuación de Capitanía Marítima para agilizar la tramitación e inspección de las barcas sobre nuevas normativas. «Sin ellos, no se habrían podido hacer las excursiones», añade.
Langostas, atún, llampugues y calamares (este mes), gambas o dentones son algunas de las capturas. «Hay excursiones desde tres hasta doce horas. Por ejemplo, una de cinco horas comienza a las 07.00 horas desde el Port d'Alcúdia y ven amanecer; se pesca en la Reserva de Llevant y luego van mar adentro, y recogen las redes con el pescado; mientras se les prepara un pa amb oli, y se dan un baño en el Coll Baix, donde ven nidos de águilas». Los precios rondan entre los 40 euros (como la salida anterior) y los 120 euros (12 horas de excursión con comida).
Ens carreguem l'equilibri mediambiental, contaminem l'aire, la mar i la muntanya i a més ens divertim matant animals de tota casta. Som un problema per l'equilibri mediambiental i la biodiversitat.
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