Talento para compartir

«Siempre he tenido como objetivo ser bailarín, lo tuve claro desde bastante pequeño», asegura Cañellas desde la capital de Rumanía, donde llegó tras graduarse en la English National Ballet School. «Salí a los 15 años para cursar tres años en Londres. Al graduarme, fui contratado por la Ópera Nacional de Bucarest, donde estoy en mi tercera temporada. Salí para abrir mis puertas internacionalmente para así conseguir un entrenamiento más intensivo y aumentar mi formación y posibilidades en el mundo de la danza».

Su especialidad es la danza clásica y contemporánea. «Bailar es algo que disfruto haciendo y tener la suerte de dedicarme a esto es algo indescriptible». Aunque la danza profesional no venía de tradición familiar, Antoni Cañellas estudió durante ocho años en el Conservatorio Profesional de Música y Danza de Mallorca, donde, en la actualidad, su hermana pequeña también sigue sus pasos.

En la Ópera de Bucarest, Cañellas cuenta con la compañía de otro mallorquín. «Sí, tengo la suerte de tener a mi mejor amigo, Tomás Sanza Casas. Empezamos en el Conservatorio juntos, luego en el English National Ballet y actualmente los dos estamos trabajando en la misma Ópera».

Durante todo este tiempo, lo que más echa de menos Antoni de Mallorca es «la familia, los amigos, la playa, la comida y la Isla en general». En sus ratos libres, le encanta jugar al ping pong y a videojuegos.

Curso de verano

Durante estos días, Antoni Cañellas ultima los preparativos para el curso de verano que, junto con la Academia de Danza On Stage, organiza en Palma. El evento contará con la participación de bailarines profesionales de distintas compañías del mundo, como Jade Longley (Ópera Nacional de Lituania), Andrea Marcelletti (Sarasota Ballet en América), Tomás Sanza Casas (Ópera Nacional de Bucarest), Lorenzo Epifani (Ópera Nacional de Lituania) y Molly Hall (Ópera Nacional de Bucarest).

El curso intensivo se celebrará entre los días 12 y 24 de julio y en el que se impartirán clases de ballet, repertorio para preparar coreografías, puntas y técnica masculina, contemporáneo y paso a dos. «Al final del curso celebraremos una gala donde bailarán los alumnos junto con los bailarines profesionales. Es decir, compartirán el escenario, algo que gusta mucho a los jóvenes. El teatro en el que realizaremos la gala aún está por confirmarse, esperemos que salga pronto», señala Cañellas.

Una pasión

Antoni Cañellas derrocha pasión por la danza. Pese a su corta edad el joven mallorquín destaca entre grandes bailarines. «No tengo un referente claro en la danza, la verdad es que estando en Mallorca no conocía a tantos bailarines, ha sido de más mayor cuando he empezado a conocer bailarines que puedan ser más mis referentes como Daniil Simkin y Vadim Muntagirov».