Amantes de la montaña, los expedicionarios han elegido este ascenso por dos motivos, «la primera es por tratarse de un volcán como el Kilimanjaro, pero con una estética de volcán mucho más apreciable.
La segunda, porque es el punto más cercano al sol lo que le aporta un significado mágico que la hace fascinante. Además, es importante que la montaña esté en una zona con otros atractivos ya que aprovechamos el viaje para hacer turismo. En este caso, tener las islas Galápagos a salto de avión añadía un importante incentivo al viaje», aseguran.
Del volcán a las Galápagos
Los cuatro montañeros son también buceadores y aprovecharán los últimos días del viaje para hacer unas inmersiones en busca de tiburones martillos y otros peces propios de las Galápagos. «En Mallorca buceamos con Mar Balear y con Isurus y la unanimidad es completa en los dos centros: No hay mejor destino para los aficionados al buceo que las islas Galápagos. Estamos impacientes por ver martillos e iguanas marinas», dice Quique del Toro. Originariamente eran cinco en la expedición pero Carlos Álvarez de Sotomayor ha sufrido un pequeño imprevisto que lo ha dejado fuera del viaje. «Nuestro compañero ha tenido una leve bradicardia que le obliga a parar durante unos meses y le vamos a echar mucho de menos», responde Quique. «Habitualmente es quien se ocupa de negociar hospedaje y comida logrando unos resultados óptimos. Es especialista en conseguir habitaciones independientes en refugios atestados o pasta y comida occidental cuando el estómago ya no está para exotismos».
En las últimas semanas el grupo ha realizado algunos entrenamientos por la Serra de Tramuntana, aunque están curtidos en esto de la montaña, pues son numerosos los ascensos realizados, tanto en España como en el extranjero. Quique del Toro y José Carlos Prieto son prejubilados, a sus 58 y 56 años de edad respectivamente, mientras que Xisco Carrió, con 64 años, está jubilado, y Gabriel Cuadrado, 57 años, es empresario. En sus mochilas, ropa térmica, unas botas, el cargador del móvil, una cámara fotográfica, y barritas y geles energéticos
José Carlos Prieto asegura que «los cuatro somos deportistas. En mi caso, vengo del mundo del ciclismo amateur. Corrí en el equipo Hierbas Túnel donde conocí a Tolo Quetglas y Tolo Calafat. Son ellos los que me despertaron la afición por la montaña». Al principio, por Mallorca y después empezó a hacer escapadas fuera de la Isla. Aneto y Monte Perdido, primero, y más tarde, en el extranjero, Mont Blanc, Ararat, Toubkal, Kilimanjaro....
Los viajes los compaginaba con su trabajo de responsable de comunicación de Movistar y a través del trabajo conoció a Pere Comas y Miquel Serra, directores de Ultima Hora, «ambos me animaron a escribir una crónica de mi primera escalada fuera de Mallorca. Pocos días antes de que Pedro Comas nos dejara estuve hablando con él sobre los preparativos del viaje a Ecuador que tuvimos que posponer por la COVID. Por eso la ascensión a Chimborazo tendrá también una parte de recuerdo y homenaje a Pedro Comas». El grupo tienen previsto regresar el 26 de noviembre.
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