Con el fin de trasladar sus ideas a la esfera de lo real, hace nueve meses algunos alumnos de la escuela de filosofía Es Racó de Ses Idees arrancaron ‘Es Caliu', un proyecto de integración social para personas sin hogar. La iniciativa tiene distintos objetivos, como mejorar sus hábitos de higiene y alimentación, ofrecer un seguimiento en temas médicos y laborales y brindarles una formación a través de talleres de alfabetización, psicología y filosofía, que se imparten en el mismo centro, ubicado en la calle Pere Martell de Palma.
Además, tratan de ayudarles a generar algunos ingresos. La escuela acogió el pasado sábado un taller sobre los usos y propiedades de la almendra mallorquina, en el que más de una veintena de personas aprendieron recetas a base de este fruto tan propio de la Isla. «Cada miércoles nos reunimos voluntarios y ‘caliuers' en la escuela para hacer un seguimiento de la semana, realizar talleres y pasar un rato juntos. Nuestra idea es que cada miércoles, después de comer, sean ellos los que preparen los productos vistos en el taller, los vendan por encargo y se queden con el beneficio», explica Carmen Arrom, una de las once voluntarias del proyecto.
Al taller asistieron voluntarios y usuarios del programa y alumnos de la escuela que, a lo largo de sus dos horas de duración, aprendieron a elaborar leche de almendra y de algarroba, así como distintos tipos de humus, como el de almendra, tomate, miel, hierbas, aceitunas y algarroba. Las recetas dulces se edulcoraron con eritritol. «La almendra es considerada un súperalimento por su gran aporte proteico y de aminoácidos y ácidos grasos, que son de mayor calidad en la variedad mediterránea que en la californiana, la más común en los mercados», explica Eugenia Pinery, técnica en nutrición y dietética y alumna del Racó, que impartió el taller.
Entre receta y receta, los participantes tuvieron la oportunidad de degustar los distintos platos. Otro de los objetivos del taller es realzar la importancia del producto local. «Una de las líneas de la escuela es apoyar la economía sostenible y circular. Si apostamos por el producto local y propio generamos empleo y reducimos nuestra huella de carbono. Además, hay que tener en cuenta que el almendro y su fruto son muy versátiles, no se desperdicia nada, desde la corteza del árbol hasta su flor», razona Pinery.
Además de su vertiente gastronómica, los asistentes al taller también conocieron las propiedades cosmetológicas de la almendra de la mano de las empresas de cosmética natural Tot Herba y Flor d'Ametler, que presentaron productos como la leche corporal, el jabón o las fragancias de almendra, y explicaron sus beneficios y procesos de elaboración. P. Bergas (texto y fotos)
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.