En los años 70 había en Mallorca 131 empresas que producían bebidas de pinya, sifones, colas, con sabor a naranja y limón y gaseosas. Hoy quedan tres. Los ‘supervivientes' son Begudes Puig, La Paduana y Fuster Begudes. Las tres cuentan ya con varias generaciones a sus espaldas y a base de ilusión, mucho trabajo e inventiva están consiguiendo hacerse un hueco en uno de los mercados donde la presencia de productos foráneos es casi imbatible.
Hace casi un siglo, en 1927, los hermanos Puig Puigserver dejaron su fábrica de calzado debido a la crisis mundial de ese año y emprendieron diferentes caminos. Julià decidió probar fortuna como fabricante y distribuidor de refrescos, sifones y gaseosas en Llucmajor, su localidad natal. La fábrica superó períodos críticos como la Guerra Civil y llegó a contar con un centenar de trabajadores. Con casi un siglo de historia, muchas han sido sus etapas comerciales. Fabricó y comercializó marcas históricas como Gum y Ramis de Felanitx, Segura de Porreres, El Molino de Algaida o La Peral de Palma. Su operación más mediática se produjo en 1986 cuando adquirió Miret, la marca más mítica de todas, que tuvo que cerrar en 2006.
Dificultades
Julià Puig Mòjer, tercera generación de la empresa, fue quien vivió más de cerca este período y los años sucesivos, quizás los más difíciles de todos. Hace tres años, junto a su hijo, Julià Puig Miquel, decidieron dar un giro a la empresa. «Soy ingeniero mecánico y había estado trabajando en Alemania y México. Cuando mi padre me ofreció entrar en la empresa familiar era instructor en Tailandia y Maldivas. No estaba mal (se ríe) pero me vi en la obligación de regresar». El proyecto de modernización se vio interrumpido por la pandemia, lo que ha dificultado más este giro, que ahora por fin empieza a ver sus frutos. «Hemos hecho un refresco de cola que está gustando mucho y mantenemos nuestras ventas puerta a puerta en diversos municipios de Mallorca, como Llucmajor o Alaró. En este último sobre todo funciona muy bien el llevarles el agua de Na Bastida en los isocarros», explica su padre. Respecto al futuro, se sienten optimistas porque la desgracia de la pandemia «ha hecho por lo menos que el ciudadano de aquí esté valorando y consumiendo más el producto local», señala.
Leonor Fuster es la presidenta de la Associació de Fabricants de Begudes Refrescants y lleva las riendas de Fuster Begudes, empresa fundada en 1936. «Ahora somos una asociación muy pequeña que está integrada en PIMEM. En nuestra empresa ahora estamos enfocados en el agua con gas, que está teniendo una muy buena aceptación en el mercado alemán, y hemos entrado también en el negocio de dispensadores de agua, tipo fuente, y de garrafas de agua tratada de 20 litros para cafeterías, aunque también tenemos de 5 litros, muy del agrado de particulares».
En 1945, recién acabada la II Guerra Mundial, Rafael Bonnín fundó en Petra Carbónicas La Paduana, a la que pronto se unió Antonio Gibert, abuelo del actual responsable de la empresa, Toni Gibert. «Por lo que me han contado, los inicios fueron duros. Todo se hacía a mano: el lavado de las botellas de tapón mecánico (porcelana), su posterior llenado, tapado y encajonado. Luego se repartía por el pueblo y alrededores con un pequeño carro con su mula». Eran tiempos en los que las bebidas foráneas aún no habían llegado. «Los niños en verano, con el calor, hacían polos con la pinya mallorquina», explica Toni Gibert. La pinya, el refresco por excelencia de Mallorca, procede del refresco cubano piñafrío y quien primero la envasó fue Begudes Puig.
Otra liga
Toni Gibert, al contrario de lo que explicaba Julià Puig Mòjer, sí que echa en falta mayor apoyo del cliente local. «La mayor dificultad de nuestro sector, por raro que suene, no es la competencia con Coca-Cola o Pepsi, ya que jugamos en una liga totalmente diferente. La mayor dificultad proviene del cliente. La gente no está mentalizada en comprar producto local. No caen en que está hecho con un cariño, un factor humano y una dedicación que nunca tendrá un producto fabricado en una multinacional, y que muy probablemente tenga la misma o mejor calidad que uno traído de fuera. Por eso me gustaría incentivar la compra del producto local, empezando desde el cliente individual, hasta llegar a las grandes superficies».
El apunte
Auge y caída de Miret
La familia Miret, de origen catalán, se trasladó a Mallorca a mediados del siglo XIX. Francisco Miret Gili y Francisco Miret Carbonell fundaron junto a Domingo GallFerrer una empresa de sifones y gaseosas. La calle de la Riera acogió tanto la fábrica como la tienda y desde el primer momento tuvo un gran éxito. En 1912 se inauguró su fábrica en la calle Merced y contó incluso con la bendición de Josep Miralles, quien años más tarde sería obispo de Mallorca. En 1982, los herederos de Julià Puig transformaron la antigua empresa en una nueva sociedad, Refrescos Mallorquines SA (Remasa), y en 1986 compró Miret. Como en tantos otros sectores económicos, Remasa sufrió a principios de los 90 un importante descenso de ventas:Remasa se transformó en Begudes Fresques SL. y a través de Construcciones Millovi SL se creó Miret Piel de Cristal SL, recuperando la marca histórica ‘Miret’, y empieza a funcionar en el Polígon de Son Castelló, en Palma. En 1998, la marca ‘Miret’ se trasladó a la carretera vieja de Bunyola y Julià Puig Manresa dejó la gestión en manos de su hijo Julià Puig Mòjer. Lorenzo Miró, en un artículo publicado en la web Fotos Antiguas de Mallorca, explicaba que Puig producía sus propios productos, además de sifones, gaseosas, piñas, limonadas y naranjadas, bajo la marca Miret. Incluso produjo con la marca Miret zumos naturales de naranjas de la Isla entre 2001 y 2003. En 2003, la fábrica cerró y la producción de Miret se detuvo. Se reabrió en 2004 otra vez, hasta que en el año 2006 cerró definitivamente. Pero la marca Miret se continuó produciendo y distribuyendo hasta el año 2010 por la empresa Transmallorca Distribuidora, que adquirió los derechos de la marca.
Tornau a llançar amb força la pinya. Està boníssima i molta gent s'hi apuntaria. Especialitzau-vos en ella. Inundau el mercat i a bon preu. Ara l'has de cercar en mig de tanta varietat. No, així no. Que se vegi.
2 comentarios
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Tornau a llançar amb força la pinya. Està boníssima i molta gent s'hi apuntaria. Especialitzau-vos en ella. Inundau el mercat i a bon preu. Ara l'has de cercar en mig de tanta varietat. No, així no. Que se vegi.
Recuerdo que la Miret estaba buenísima. Pero también recuerdo que solo había un restaurante de los que iba que la tenían. Una lástima.