César Canudas y Horacio Llorens abrieron la propuesta con una emocionante carrera en paramotor. | M. À. Cañellas

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Si nadie en el público entonó la célebre batería de preguntas, «¡Arriba, en el cielo! ¿Es un pájaro? ¿Es un avión?», es porque todos sabían a dónde iban, pero el espectáculo no fue para menos. En el marco de las fiestas de Sant Bartomeu, el Port de Sóller acogió ayer el cierre de la segunda edición del ‘Adrenaline Show', un evento deportivo de altos vuelos, que ha traído hasta la Isla a algunos de los mejores parapentistas, paracaidistas, de salto base y con traje de alas, de todo el planeta. «Hago exhibiciones aéreas en todo el mundo y quería mostrarlo en la Isla. Ha sido muy difícil conseguir un equipo como este, con los mejores pilotos, todos se han volcado. Es una ilusión y un sueño hecho realidad; han sido más de 17 años de vuelo para llegar hasta aquí. Todo tarda en llegar, pero llega», dijo el piloto mallorquín de parapente acrobático César Canudas, organizador del evento junto al laureado Horacio Llorens, hexacampeón mundial de parapente acrobático.

Antes de la exhibición aérea, a las 17.00 horas y con un sol abrasador, frente a la lonja del puerto tuvo lugar la final de la competición de psicobloc, un homenaje a Miquel Riera, el mallorquín que inició y popularizó esta modalidad de escalada en todo el mundo, quien «soñaba con realizar alguna vez esta competición en el Port de Sóller», afirmó Marc Fernández, uno de los organizadores de la prueba, junto a la Federació Balear de Muntanyisme i Escalada. Aunque se esperaba la presencia de Chris Sharma, finalmente esta leyenda de la escalada no pudo asistir por motivos de salud. Tras unos duelos tan igualados como rápidos, en el que los competidores debían ascender lo más rápido posible un plafón con dos vías simétricas de casi ocho metros de altura, los ganadores de la competición fueron, en orden de clasificación, el joven Martí Mulet (de 15 años), Iker Pomar y Andreu López, en la categoría masculina y, en categoría femenina, Charlotte Meyer, Mariam Zarmrik y Laura Recasens. Todos ellos recibieron un pequeño obsequio y mostraron el alto nivel de escalada balear.

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Parte del numeroso público que disfrutó de la tarde.

En el aire

No transcurrió demasiado tiempo hasta que comenzó el espectáculo aéreo. A las 18.30 horas, el público comenzaba a sentarse en el extenso muro que rodea la bahía del puerto; poco después no cabía un alfiler. Locales y turistas se agolparon frente a la playa para disfrutar del esperado espectáculo. Aunque el cielo amenazaba lluvia, la meteorología dio tregua y, poco después de las 19.00 horas, los primeros en aparecer desde detrás de las montañas de la bahía fueron César Canudas y Horacio Llorens, quienes realizaron una vistosa carrera en paramotor, rodeando estructuras inflables, tocando el agua con los pies y todo ello con arriesgados adelantamientos.

Cuando los pilotos volvían a la zona de despegue a prepararse para el próximo vuelo, se realizó una demostración de fliteboard, una tabla a motor que permite a sus pilotos avanzar sobre el agua a casi cincuenta kilómetros por hora. Después de esta muestra, Canudas volvió a entrar en acción, esta vez en la modalidad de parapente acrobático; se atrevió con una arriesgada maniobra, ‘La Esfera', en la que descendió haciendo espirales y dando vueltas sobre sí mismo, levantado la ovación de todos los presentes.

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La actriz Macarena Gómez se acercó para ver a su marido, Aldo Comas.

Acto seguido le llegó el turno al paracaidista Aldo Comas, que dio una exhibición de salto base y, además, contó el aliento de su mujer. La actriz Macarena Gómez quien, antes del salto, le explicó al público el salto que Comas iba a realizar. Con el público entrado en calor, llegó el momento de uno de los espectáculos más vistosos. El tándem de Horacio Llorens y Raúl Rodríguez, campeones del mundo en 2021 en parapente sincronizado, realizaron la ‘Brok Fusion', una acrobacia que solo realizan ellos, en la que durante el vuelo se cogen de las manos y después, al soltarse, pasan en varias ocasiones uno sobre el otro. Para finalizar con el espectáculo por todo lo alto, por primera vez en Balears , Dani Román hizo una exhibición de salto con traje aéreo, con el que se puede planear y alcanzar más velocidad que con la caída libre. Antes de clausurar la velada, se puso un vídeo en homenaje a Miquel Riera, en el que podía verse al mallorquín practicando psicobloc. El público cerró la velada con un sonoro aplauso.