Miles de personas celebran las campanadas en Cort, que recupera su verbena de Año Nuevo. | Teresa Ayuga

TW
10

Tras un trienio de silencio, cubierto en los últimos dos años por el murmullo del gentío, las doce campanadas y su consecutiva explosión de alegría, esta Nochevieja la música ha inundado la Plaça de Cort, abarrotada de personas deseosas de recibir el Año Nuevo con su clásica verbena, recuperada este año por el Ajuntament de Palma. Al tocar las once de este domingo 31 de diciembre, la plaza ya estaba a rebosar; mientras el relojero del Cort, Antoni Julià, revisaba en Figuera antes de su minuto de oro, el equipo de IB3 ultimaba los preparativos para la retransmisión en directo y un amplio dispositivo de seguridad tomaba posiciones, los presentes observaban la fachada iluminada de Cort al ritmo de la música ambiente. Si esta se detenía un instante, estallaban en abucheos y silbidos. Estaba prevista la asistencia de más de 4.000 personas. El jaleo ha sido inminente.

Media hora más tarde, el veterano DJ Juan Campos ha entrado en escena. Ahora bien, en lugar de comenzar con la fiesta, se ha decidido a ambientar la plaza con villancicos y canciones navideñas, «esperábamos mucha gente, pero no tanta. Hemos empezado poco a poco para que no se desmadre demasiado», ha explicado el pinchadiscos. Cinco minutos antes del gran momento de la noche, la plaza ya estaba llena por completo. Tanto que muchos han acabado en las calles de Colón, del Palau Reial, o incluso apartados en la plaza de Santa Eulàlia, dado que un operativo policial cortaba el acceso de la calle de la Cadena. Cabe recordar que entre 2017 y 2020 las campanadas se celebraron tanto en Cort como en el Passeig des Born. Más allá del frío, poco perceptible por la aglomeración humana, el único fenómeno meteorológico de la noche ha sido la drag queen Tormenta, que ha acompañado a Campos en escena y ha felicitado el año en múltiples idiomas, dada la heterogénea procedencia de los presentes.

Juan Campos durante su espectáculo junto a Tormenta.

A la espera del instante decisivo, al ritmo de los Bee Gees o Mariah Carey, los presentes han reído y bailado entre serpentinas de color, confeti precoz y matasuegras disparados. El tiempo ha pasado volando y, en un ambiente cargado de ilusión, los cuartos han anticipado a las campanadas -que no se han escuchado con claridad en algunas zonas de la plaza-, y a las uvas acumuladas en los carrillos, finalmente deglutidas con un largo sorbo de champán recién descorchado. También para bien, algunas cosas no cambian nunca. Abrazos, besos, esperanza y alegría desmedida. Con las manos frías y el corazón caliente, los presentes seguirán con la juerga hasta las dos menos veinte de la madrugada, cuando tendrán que llevarse la fiesta a otra parte. El 2024 ha comenzado como debía.

Noticias relacionadas

Hoteles, la gran opción

Lejos del jolgorio urbano, celebrar el Año Nuevo en un hotel es una opción escogida no solo por turistas, sino por muchos residentes. El GPRO Valparaíso ha ofrecido una inolvidable velada a sus huéspedes con una divertida temática hawaiana. En Aloha se ha dado la bienvenida con un original cóctel a los comensales, quienes han degustado un delicioso menú de Nochevieja elaborado por el chef Carlos Botella y todo el equipo de cocina del Valparaíso. Los camareros han lucido una indumentaria para la ocasión, al igual que la decoración del salón. Tras las doce campanadas, un gran espectáculo pirotécnico y de baile al ritmo de una orquesta, hasta altas horas de la noche.

Vuelve el ritmo por Nochevieja a Cort
Ambiente en Cort.

El hotel Nice Palace ha propuesto a sus clientes adentrarse en Las Mil y una Noches. Una fiesta que ha comenzado con la tradicional danza del vientre, durante el cóctel, dando paso a la sala Santemar, donde se ha ofrecido una increíble cena, amenizada con la música y el espectáculo del showman y cantante Rubén Memoris. El director del Nixe Palace, Francisco Serrano, se ha dirigido a los presentes hasta en siete idiomas, deseándoles una feliz noche y un gran año 2024. El champán ha acompañado a las campanadas y los fuegos artificiales. Avanzada la noche, no faltarán ensaimadas con chocolate caliente, mientras suenen los grandes éxitos musicales en la pista de baile.

Por su parte, el hotel Kimpton Aysla Mallorca, en Santa Ponça, ha recreado el auténtico espíritu de la gran fábrica de chocolate de Willy Wonka en todo el establecimiento. Una experiencia mágica y muy divertida, donde algunos han confeccionado sus propias delicias de chocolate. Sin duda, una dulce y original forma de comenzar el año.