Fabiola Rodero, de GTres, entre sus colegas del verano real mallorquín, que toca a su fin de no producirse un milagro. Y hablando de mallorquines, en la foto solo dos colegas mallorquines, JoanLladó, también de GTres, y Julián Aguirre, de ‘Ultima Hora’. Por cierto, la foto la hizo el director de comunicación de la Casa Real, Jordi Gutierrez. | Click

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El domingo, sobre las 21.00 horas, momentos antes de que aparecieran los Reyes con sus hijas, la reina emérita y su hermana Irene, los periodistas que han seguido su estancia en Marivent, y que sabían que iban a cenar al Portitxol, una vez que estuvieron allí, se hicieron la foto que ven al lado para el recuerdo. Una foto, que, dicho sea de paso, hizo el director de comunicación de la Casa Real, Jordi Gutiérrez, otro veterano de los veranos reales en Marivent.

¿El balance de este último verano real...? Flojito, tanto que el reportaje que iban a hacer a continuación a la Familia Real, era el primero que harían estando todos sus miembros juntos. Por otra parte, pese a que al Rey le han tenido casi a diario en los pantalanes del Club Náutico, no ha habido salidas sorpresa, en forma de paseos, con helado incluido, como sucedía años atrás. Ahora todo está más cronometrado, más milimetrado, más controlado. Tampoco este año se han podido hacer unas fotos a la princesa Leonor con su hermana, Sofía, juntas, solas –sin papá ni mamá– paseando por Palma. Y ya ni te cuento en un barco... ¡Qué le vamos a hacer!

«Mi mejor obra»

A Miguel Monegal, pintor y escultor, además de buena gente dónde la haya, le encontramos la otra mañana desayunando en la pastelería de Ángel    Se le veía tranquilo, como siempre… Notamos que en la conjunción del brazo izquierdo con el antebrazo, llevaba un esparadrapo pegado, lo que nos hizo pensar que venía de hacerse el típico análisis de sangre que el médico manda hacer antes de una revisión de algo, pero… «No, nada de análisis. Vengo de hacer una gran obra… Gran obra que suelo hacer de vez en cuando». ¿Escultura o pintura?, preguntamos. «Nada de eso. Vengo de hacer una donación de sangre al Banco de la Cruz Roja. Ya digo, es algo que suelo hacer desde que tenía unos 20 años, y suelo hacerlo cuando toca, como, por ejemplo, en estas épocas del año. Y más cuando hay cierta falta de donantes, lo cual no me explico, pues con lo fácil que es… Además, es que ni te enteras, y en una horita, o puede que un poco menos, estás en la calle, sabiendo, encima, que lo que has dado va a parar a alguien que lo necesita, Eso sí, después hay que reponer lo que has dado con un buen desayuno, ¿y qué mejor lugar que este..?». De verdad que nos sorprende lo que nos cuenta, pues jamás imaginamos que fuera donante. «Pues sí, amigo. Lo soy, como digo, desde hace tiempo, y me apunté por lo que se dice de los donantes, que se apuntan para salvar vidas… Así es, vidas de personas que ni conoces. Vamos, que haces el bien sin saber a quién. Por eso animo a
la gente a que done sangre».

Miguel Monegal, a todos los interesados, les recomienda que visiten el Banco de Sangre de Cruz Roja, y que se enteren de como lo han de hacer… «Hay que rellenar un cuestionario    y luego demostrar que tu sangre es buena, que está limpia… En fin, hay que cumplir con unos trámites, pero lo mejor es ir y enterrarse. Ya digo, para mi, como artista que soy, donar sangre es como hacer una gran obra»

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Miguel Monegal, pintor y escultor, además de donante de sangre desde hace varias décadas, lo que él califica como «mi mejor obra».

Para leer este verano

En los ratos libres que he tenido he estado leyendo Escándalo en Mallorca, La aventura olvidada de Sherlock Holmes, una novela escrita por Bernardo José Mora, quien, desde hace años colabora en Ultima Hora escribiendo una columna. Bueno, sé eso de él, porque le leo, como también sé que era –no se si sigue siéndolo– un gran corredor en la modalidad de marcha, que es, más o menos, caminar lo más deprisa que uno pueda sin perder el contacto con el suelo, porque como lo hagas te descalifican. Pero lo que no sabía es que escribiera novelas, y que encima escribiera tan bien, de forma muy descriptiva, como ha hecho a lo largo de 160 páginas por las dos caras, y que su relato, desde el primer momento pillará al lector, como te pillará si la lees. Y es que da la
impresión de que el autor vive en aquella época, de como si fuera con sus personajes de un sitio a otro…

Portada del libroEscándalo en Mallorca'.

Como el título de la novela dice, es una historia, o mejor, una investigación que lleva a
cabo Sherlock Holmes en Mallorca, a quién en esta ocasión no le acompaña su inseparable doctor Watson. A través de un narrador, como hemos apuntado anteriormente, la novela atrapa al lector desde su primera página. Bernardo José, además de llevar al lector en el recorrido que Holmes realiza desde que desembarca en Palma –eso ocurrió en una fría mañana, tras una noche en la que el buque tuvo que hacer frente a una mar brava, lo que impidió que muchos de los pasajeros pudieran dormir–, hasta que resuelve el caso, describe como era Ciutat en aquellos años, sobre todo la zona próxima al puerto, como plaza de la Reina, Conquistador, Born y calles de los alrededores… Además de Holmes y el narrador, a la vez cronista del caso que les ha traído hasta aquí, Mora introduce otros personajes, como Arsenio Tudurí, periodista de este diario, que ya existía por entonces. El comandante Oliver, jefe de la policía local de Palma, la vedette conocida como la Bella Geraldine, de la que está enamorado    monsieur Clovis Dardedentor (la Bella actúa en el teatro que se supone que es –era– el Lírico)… Se hace también mención de Chopin y George Sand y su invierno en Mallorca, en Valldemossa, al rebosillo, a tacos y dichos propios de la Isla… ¡Ah!, al libro hay que prestarle atención siempre, pero sobre todo desde el principio hasta la página 40, y… Pues que ahí lo dejo. Léanlo y pásenlo bien con él.