La cantante, en una actuación en Las Vegas. | Reuters

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La cantante Shakira ha hecho pública este miércoles una carta en la que ofrece su versión sobre la guerra judicial que ha mantenido con la Agencia Tributaria y en la que acusa al organismo de haber actuado con «prejuicios machistas», tratar de «confundir y manipular» para intentar «quemarla en la hoguera públicamente».

La cantante colombiana defiende su inocencia y asegura que asumió el delito fiscal «no por cobardía ni culpabilidad», sino por proteger a sus hijos. La carta, que difunde en exclusiva un medio de la prensa nacionalo, se hace pública tras el acuerdo alcanzado por la artista en el que admitió ante el juez el delito fiscal del que le acusaba la Agencia Tributaria que consideraba que la cantante colombiana residió en España entre los años 2012 y 2014 y debía tributar por ello en este país.

La cantante pagó una multa de más de siete millones de euros. Otras causas han sido archivadas por falta de pruebas y tiene otro proceso abierto pendiente de sentencia. La artista ha justificado en la carta que el acuerdo en el que asumió el delito lo hizo «no por cobardía ni culpabilidad» sino para proteger a sus hijos para «dejarles el legado de una mujer que expuso sus razones con calma». «Necesito que sepan que tomé las decisiones que tomé para protegerles, para estar a su lado y seguir con mi vida», ha escrito la cantante.

En su escrito, la artista ha explicado que en «la década española» en la que mantuvo su relación con el futbolista Gerard Piqué fue una «década financieramente perdida» después de haber dado 120 conciertos en 90 ciudades distintas. «Todo lo que gané en esos años se lo quedó el Estado español». Shakira ha asegurado que el «artificioso relato de la Agencia Tributaria confundía y manipulaba». «Lo más fustrante fue comprobar que una institución del Estado parecía más interesada en quemarme públicamente en la hoguera que en escuchar mis razones».

Ha explicado como en 2011, viajaba a España «no por la vocación de permanencia», sino por el deseo de que su relación con Piqué prosperase pese a que laboralmente le «generaba muchísimas complicaciones» y pone en duda que «la Agencia Tributaria hubiera considerado que tenía una intención de arraigo». Por ello considera que el organismo empleó una estrategia en la que subyace un «prejuicio machista». «Si el cantante hubiera sido un hombre estadounidense, se hubiera enamorado de una española y la visitara regularmente, me cuesta creer que la Agencia Tributaria hubiera considerado que tenía una intención de arraigo», ha argumentado Shakira, para quien «hay un machismo estructural que da por descontado que una mujer solo puede seguir a un hombre, incluso cuando no le conviene».

A su juicio, la Agencia Tributaria española presentó «un relato infantil y moralista» y asegura haber cumplido «siempre» con sus obligaciones tributarias. «Mis finanzas fueron investigadas por instituciones tan poco sospechosas como la Casa Blanca, nunca encontraron ni la menor señal de ilegalidad» y se pregunta si se puede «confiar» que una institución «va a respetar la presunción de inocencia cuando condena públicamente antes de la sentencia». En su opinión, «la Agencia Tributaria no trata de castigar a quien no cumple, sino de mostrar trofeos de caza para reconstruir una credibilidad en entredicho».

«Nos ha tocado vivir en una época marcada por un tono de prepotencia del Estado, pero no es lo mismo avasallar que dar razones», ha expuesto la artista para la que «no es lo mismo amedrentar que convencer a la gente». «Si quieren que creamos en las instituciones, deberían convencernos de que las instituciones creen en nosotros. Las cosas no se solucionan quemando en la hoguera a una figura pública al año como si se tratara de un proceso de la Inquisición para así recuperar el prestigio perdido», argumenta la artista en su escrito.