Tanto los buenos conocedores de esta rama como la propia Conselleria d'Agricultura, Pesca i Medi Natural ofrecen una serie de recomendaciones y consejos a tener muy en cuenta, de manera especial por aquellos recién iniciados, los curiosos o quienes no poseen suficiente experiencia como para cribar si una seta puede ser o no perjudicial para su salud en caso de ingesta.
1. No hay reglas de diferenciación
Cabe destacar que no existen unas reglas escritas o establecidas parea diferenciar las setas comestibles o no. Por ello, se recomienda únicamente recolectar las que se conocen de buena mano, siendo prudentes y teniendo la total certeza y seguridad de que son las identificadas. Ahí hay que remarcar que muchas de las que podemos encontrar en plena naturaleza no son comestibles e incluso podrían ser mortales. Por ello, en caso de duda, mejor no cortarlas.
2. Corte con precaución
La mejor forma de recoger setas es cortándolas con un cuchillo, a ras de tierra y sin escarbar la tierra o cortar de raíz, evitando dañar la pieza y que no pueda volver a crecer en el mismo espacio. Cabe apuntar que hay algunas especies en las que se debe extraer la totalidad del pie para poder observar la volva e identificar así la especie y determinar su grado de toxicidad o si es comestible.
3. Material adecuado
Es recomendable utilizar una cesta para transportar las setas, ya que su calidad encuentran un enemigo en las bolsas de plástico, que la reducen por ser un entorno menos aireado. Además, usando una cesta se puede ayudar a resembrar el bosque de setas al dispersarse las esporas de los ejemplares que se han recolectado por los agujeros del continente.
4. Limpieza de las setas
Conviene procurar realizar una buena limpieza de las setas antes de colocarlas en la cesta. Si lo hacemos, nos ahorraremos hacerlo en casa y mancharán menos. Si no lo hacemos así, a medida que pase el tiempo la suciedad se irá introduciendo en las láminas de algunas de las setas y será más complicado poder limpiarlos.
5. No excederse en la colecta
Los expertos solicitan no recolectar una cantidad de setas mayor a la que se estima que se va a consumir. Es importante saber que la mayoría de tipologías se puede convertir en desaprovechables en un corto espacio de tiempo. No dañar innecesariamente el campo y realizar un consumo no excesivo son dos premisas a tener presentes.
6. Desechar las setas en mal estado o descompuestas
Si una seta se encuentra en mal estado, conviene dejarla en el terreno, cumpliendo la función que le corresponde con la naturaleza. Pese a que pueda tener un aspecto comestible, cuando se inicia el proceso de descomposición, éste tiene capacidad para producir en ocasiones una serie de sustancias que pueden resultar tóxicas para el organismo.
7. No coger las más pequeñas
Si las setas u hongos son de pequeño tamaño, conviene no cogerlos, pues se podrían confundir fácilmente con otros ejemplares jóvenes tóxicos y muchos todavía ni tan sólo han tenido la oportunidad de producir esporas y reproducirse así.
8. No dañarlas o pisarlas
Cabe recordar que todas las especies y tipologías de setas, sean o no comestibles o tóxicas, desempeñan un papel muy importante dentro del ecosistema que las rodea. Por ello, no es necesario dañarlas, pisarlas o arrancarlas sin justificación alguna, aunque sean venenosas.
9. Informarse y documentarse
Una buena manera de introducirse y aprender o aficionarse a la micología pasa por consultar guías u obras específicas sobre la temática. En el caso de las islas, tenemos el 'Catálogo de Hongos y Mixomicetos de las Islas Baleares', obra de José L. Siquier y Joan Carles Salom, una obra de referencia y actualizada recientemente.
10. Actuar ante emergencias
En caso de intoxicación o emergencia, está disponible el teléfono del Instituto Nacional de Toxicología (915620420), de la misma manera que el 112. Conviene recoger alguna muestra o ejemplar de las setas para que puedan ser identificadas y acudir al centro médico más próximo.
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