Una buena amiga nuestra, Glynis German, a quién hemos hecho asomar alguna que otra vez a esta ventana, sobre todo cuando hemos tratado temas que tienen que ver con el duelo, nos cuenta que junto con una amiga, Pepa Vélez, van a llevar a cabo este jueves, 19 de los corrientes, en el tanatorio de Inca, a las 19 horas, una ceremonia, bajo la denominación de Ilumina una vida, en recuerdo de los que ya no están entre nosotros. Ceremonia a base de escuchar música, poesía y compartir esos momentos con otras personas que están en la misma situación de duelo que puedas estar tú, es decir, echando de menos al ser querido que se ha ido. ¿Estás interesado? Entérate mejor, y si te apetece, te apuntas. Para ello, wasapea a través de 666987430.
¡Por primera vez!
Si en Palma, además de la oficial, hay muchas cabalgatas de Reyes Magos, ¿por qué no organizar, el día antes de Nochebuena, una en honor a Papá Noel? Ese es, poco más o menos, el planteamiento que se hicieron los miembros del Club de Jóvenes de Son Oliva y… Pues dicho y hecho.
El primer pasacalles en honor a Papá Noel que se celebrará en Palma –en la isla hay otras localidades, como Inca, que ya lo celebran–, tendrá lugar a las seis de la tarde del próximo lunes, 23 de diciembre, saliendo de Trui Son Fusteret, siguiendo por Eusebio Estada, Balmes, Jacinto Verdaguer para terminar en el colegio público de Son Oliva, con una gran fiesta en torno a una no menos gran chocolatada.
Hay que decir que este primer pasacalles en honor a Papá Noel estará formado por seis carrozas con personajes muy queridos por la gente menuda, como Patrulla Canina, Stitch, Pluto, etc., un camión repleto de regalos y, finalmente, el gran trineo gigante en el que irá Papá Noel. En total, en el pasacalles participarán alrededor de unas 120 personas, lo cual no estará nada mal, y más siendo la primera vez que se hace en Palma.
Y por lo que tienen entendido los organizadores, este primer pasacalles va a contar con mucha gente a ambos lados de las calzadas por las que discurra, y un lleno en el colegio donde se celebre la chocolatada. ¡Ah!, bueno… La organización del evento quiere dar las gracias a Trotamundos Mallorca, «ya que ellos nos han puesto los camiones y muchos de los personajes que darán vida a esta gran fiesta».
La Guadalupana
El pasado domingo, muchos mexicanos de Mallorca, así como amigos de estos, y vecinos de Petra, celebraron en el monasterio de San Bernardino de dicha localidad, la festividad de la patrona de México, Virgen María de Guadalupe, o La Guadalupana, que es como se denomina también esta efeméride.
Al finalizar la misa, el mariachi Mallorcatitlán, cuyo caporal, o voz cantante, es la del mexicano Remo, siendo el resto del grupo de distintas nacionalidades, entonó las tradicionales mañanitas mexicanas, que es como se hace en México en un día como este. A continuación, en el patio del convento, tuvo lugar la comida del traje, llamada así porque lo del traje se refiere a lo que trajo cada uno de los asistentes –unos, comida mexicana, otros, mallorquina–, amenizada, como no podía ser de otro modo, por el citado mariachi, que hizo que más de uno saliera a bailar.
Hay que decir que entre los asistentes a La Guadalupana vimos al alcalde de Petra, Salvador Femenías, a la cónsul honoraria de México, Ana María Moreno Díaz y al presidente de la Asociación Cristóbal Colón, Gabriel Verd.
Hay que recordar también que esta Guadalupana, igual que las otras cuatro anteriores, estuvo organizada por los cuatro franciscanos, Enrique, Miguel, Jesús y Carlos, que además son mexicanos, que están al frente del citado convento.
Un año más...
Como cada año llegando estas fechas, y van ya casi por los 20, recibo la felicitación navideña de El Peque, el guarda-coches de la calle Bisbe Campins, de Palma, en la que aparece él vestido de Papá Noel.
El Peque, ejemplo de supervivencia humana, llegó a Mallorca en 1998, y se enroló en la construcción, como peón, hasta 2002, en que se quedó en el paro. Se fue a vivir a Manacor, donde pasó gran parte de su juventud sobreviviendo. Regresó a Palma, y como no tenía techo, se construyó uno con una parte del banco de piedra que hay en la plaza de la Misericordia y una lona bajo la cual se cobijó, y así, mal que bien, sobrevivió gracias a lo que se sacaba aparcando coches durante el día en Bisbe Campins y alrededores, para, con las primeras sombras de la noche regresar a su cobijo bajo la lona.
Más adelante, con lo que ganaba, no solo aparcando, sino también paseando el perro de un señor, haciendo recados a la gente de su zona, así como alguna que otra chapucilla en casa de uno y de otro, limpiando terrazas y todo lo que le mandaran «siempre y cuando fuera lícito y honrado», pudo alquilar una parte de un estudio, donde vive. Modestamente, pero vive. «Comparto el techo con una mujer, cocinera y limpiadora. Una buena mujer», dice. «¿Con derecho a roce?»; preguntamos. «No, ¡qué va! Lo nuestro es convivencia pura basada en la amistad. No hay nada más. Salvo que no llevamos muy bien».
El Peque, que quiere mandar un abrazo a los valencianos, «sobre todo a los que están sufriendo las consecuencias de la Dana –unida a la mala gestión que han hecho y que siguen haciendo los políticos– porque recuperen, cuando menos, la normalidad, cosa que de momento no es posible», reconoce que vivir en la precariedad que él vive no es sencillo, «pero si te acostumbras a ello, saliendo a buscarte la vida honradamente cada día, lo consigues. Yo vivo con lo justo, pero suficiente para vivir». Pues que dure, amigo. Y mucha salud y paz para 2025.
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Martínez se ha olvidado de muchas calles de palma, solo piensa en las calles de el centro de Palma