TW
4

La composición del Congreso resultante de las elecciones generales de este domingo apunta a un escenario de bloqueo, sin ningún candidato con visos de alcanzar la mayoría absoluta, lo que abre las puertas a la repetición de los comicios. Al no existir una mayoría clara de la izquierda ni de la derecha, tras la constitución del nuevo parlamento el 17 de agosto, empezarán unas negociaciones prolongadas y potencialmente infructuosas para formar el nuevo gobierno. Para ser investido presidente hay dos caminos: sumar mayoría absoluta en la primera votación (176 diputados) o al menos lograr más votos a favor que en contra en una segunda oportunidad, 48 horas después.

Pero los dos bloques que se han asentado en estas elecciones no permiten vislumbrar a priori ninguna de las dos opciones. Si ningún candidato obtiene la mayoría en los dos meses siguientes a la primera votación, hay que convocar nuevas elecciones. España necesitó cuatro elecciones en otros tantos años antes de que un Gobierno en minoría de Sánchez asumiera el poder a principios de 2020.

Incertidumbre y preocupación.

En este contexto de indefinición surgen las muestras de preocupación y malestar por el periodo de inestabilidad que se ha abierto tras el 23-J. CAEB lo califica como «el peor escenario para los empresarios»; Barclays advierte del riesgo de retrasos en los fondos Next Generation y de «incertidumbre prolongada en un escenario de repetición electoral». La CEOE añade que el desenlace es «de difícil predicción».

Sin mayorías absolutas.

La suma en la derecha de PP, Vox y UPN alcanza los 170 diputados, mientras que en la izquierda, el PSOE, Sumar y otras formaciones independentistas se sitúa en los 172. Los números no dan para configurar una mayoría absoluta de 176 diputados. La prioridad consiste en formar un Ejecutivo sólido que garantice la estabilidad y el buen gobierno. En caso contrario, estamos abocados a nuevas elecciones.