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La presidenta del Govern, Marga Prohens, afirmó este martes en el Parlament que no permitirá que «se rompa la convivencia» en Balears por cuestiones lingüísticas. Subrayó que esta es una comunidad autónoma «con dos lenguas» y que «el bilingüismo es una riqueza que se vive con normalidad en las calles y en las familias», algo de lo que dijo «sentirse orgullosa y que, por tanto, este Govern va a defender». Fue la respuesta de la jefa del Ejecutivo autonómico al portavoz de Més per Mallorca, Lluís Apesteguia, quien le pidió que «abandone» los pactos con Vox en contra del catalán, que «le llevan por el camino del bauzanismo», en alusión al expresidente José Ramón Bauzá. Las cuestiones lingüísticas centraron ayer los debates parlamentarios tras la concentración convocada por la Obra Cultural Balear (OCB) bajo el lema ‘Sí a la llengua' y en desacuerdo con las decisiones adoptadas por el Govern del PP en esta materia. La movilización c0ngregó a unas 7.000 personas en Palma, superando las previsiones de los organizadores.

Discrepancias en las valoraciones.

Mientras las formaciones progresistas y la OCB instan a Prohens que «vuelva a los grandes consensos» y que desista del plan de «segregación lingüística en las aulas», la presidenta del Govern sostiene que «para volver a los consensos, este Govern debería de haber roto alguno, cuando este Ejecutivo lleva a cabo políticas desde la gestión y la libertad». Estas discrepancias reflejan la disparidad de posiciones.

Responsabilidad de los poderes públicos.

Los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística certifican que, con el cambio demográfico, un 54 por cien de las familias habla en castellano y solo un 27 por cien en catalán. Corresponde a los poderes públicos –y al Govern en particular– liderar esta iniciativa: proteger, defender e impulsar la lengua propia. Es una riqueza y un signo de identidad que reclama decisión, firmeza y convencimiento.