TW

El naufragio del velero de lujo Bayesian, de bandera británica y 56 metros de eslora, frente a Porticello, en aguas de Palermo (Sicilia), ha supuesto un auténtico maremoto para el sector náutico. La tragedia se ha saldado con siete fallecidos y quince rescatados y son todavía muchas las incógnitas que rodean el hundimiento de la embarcación con base en el Club de Mar. Hay que recordar que el capitán, James Cutfield, vivía en Mallorca junto a su esposa, con la que se había casado en Palma recientemente. El cocinero fallecido, Recaldo Thomas, también era muy conocido en la Isla, al igual que otros miembros de la tripulación. Así pues, el terremoto provocado por el drama del Bayesian se ha dejado sentir también en los ambientes náuticos isleños. De momento, las autoridades italianas están intentando aclarar cómo fue posible que un tornado enviara a pique a una embarcación tan moderna, dotada de radar y avanzados sistemas de navegación y seguridad. En la nave siniestrada viajaban 22 pasajeros, entre ellos Jonathan Bloomer, el presidente del banco Morgan Stanley Internacional, o el magnate Mike Lynch.

Posibles imputaciones.

La Fiscalía italiana de Termini Imerese ha abierto diligencias por un caso de homicidio múltiple y naufragio por negligencia y hoy está previsto que las autoridades ofrezcan una rueda de prensa con los últimos detalles de la investigación. No se descarta que en este encuentro con los medios se anuncie la imputación del capitán del Bayesian.

Las causas.

En un primer momento se especuló con que el mástil del velero, que es el más grande del mundo, con 75 metros, podría haberse roto por el temporal. Sin embargo, los restos localizados a 50 metros de profundidad parecen desmentir esta hipótesis. También se investiga si las escotillas y compuertas estaban abiertas y entró el agua masivamente. De cualquier forma, todavía hay demasiadas incógnitas por despejar y también demasiados muertos.