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PSOE y Sumar han alcanzado un acuerdo para definir un nuevo paquete fiscal que, de ser aprobado, se aplicará el próximo año. Entre otras medidas prevé la introducción de un IVA al 21 por ciento para viviendas destinadas al alquiler turístico «con el fin de recortar su rentabilidad y transformarlas en viviendas para el alquiler permanente, aliviando la falta de vivienda habitual en las zonas tensionadas». También contempla la supresión del régimen fiscal específico para las SOCIMI (Sociedades Anónimas Cotizadas de Inversión en el Mercado Inmobiliarios) que tributan actualmente al uno por cien en el Impuesto de Sociedades. Y, al mismo tiempo, plantea un nuevo impuesto para gravar los bienes suntuarios, concretamente los jets, yates privados y coches de lujo, entre otros. Todas estas medidas están pendientes de tramitación y aprobación en el Congreso de los Diputados, lo que exige un acuerdo legislativo más amplio con el apoyo de otros grupos parlamentarios.

El alquiler turístico hoy no tributa

La aplicación del IVA al 21 por cien en el alquiler turístico supone, en la práctica, la creación de un impuesto nuevo, porque esta actividad no tributa el Impuesto sobre el Valor Añadido. Unicamente cuando ofrece servicios turísticos, y en este caso lo hace al diez por ciento, al igual que las empresas hoteleras.

Polémica, rechazo y debate.

Esta propuesta suscita controversia y provoca el rechazo del sector. Así, la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos manifiesta su preocupación y advierte del riesgo de confundir apartamentos turísticos con alquiler vacacional e imponer a todos la misma fiscalidad. Los técnicos tributarios señalan que acarreará efectos negativos sobre el mercado de vivienda y un agravio comparativo, ya que el tipo del IVA es del 21 por cien, once puntos más que el que está en vigor para el sector hotelero. Un debate que no ha hecho más que empezar.