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Basta hacer un poco de ‘memoria histórica' para llegar a la conclusión de que en España, en nombre del socialismo en cualquiera de sus vertientes, se han cometido gravísimos errores, incoherencias e incumplimientos sistemáticos de los programas electorales. Por falta de voluntad política, o por otras razones, su ideario político, social y económico se ha descafeinado hacia las tendencias socialdemócratas y moderadas. Ni tan siquiera han sido capaces de llevar a cabo la promesa electoral más importante y fácil de cumplir: tener ética y predicar con el ejemplo.

No son pocos los dirigentes socialistas que han traicionado de manera sistemática los principios ideológicos que afirman defender, y gracias a los cuales fueron en su día elegidos. Como ejemplo basta citar a Felipe González , el ‘Isidoro' convertido en el señor X de los GAL. A través de métodos antidemocráticos como purgas y congresos manipulados, personajes de esta índole desarmaron, por no decir que dinamitaron, la ideología del partido. El PSOE se ha convertido en el mejor gestor del neoliberalismo, un agente del poder financiero especulativo a las órdenes del imperio yanqui.

Esperemos que Pedro Sánchez , que representa al nuevo PSOE, se arme de valor, ponga orden y disciplina, y cree las condiciones objetivas para evitar que el día 4 de mayo Madrid sea tomada, o conquistada, por la ‘barbarie' monárquica-franquista, aunque sea pacíficamente en las urnas.