En el PSOE sí hay un federalismo culturalmente arraigado. Aunque con muchas reticencias en la España educacionalmente castellana, donde aún resuenan emociones pasadas y la creencia en una nación española, diversa sí, pero desde la centralidad política y cultural de lo español.
Desligándose del pacto o acato constitucional, el independentismo ha roto con ese idealismo hispánico poniendo en la agenda política española la cuestión catalana y la plurinacionalidad del Estado. A diferencia del siglo pasado, el modelo federal se revaloriza por la multilateralidad que se abre paso a escala internacional, avalándose el federalismo tanto para estructuras supranacionales como para organizar estados con fuertes diferencias territoriales. En España, sin embargo, la viabilidad federal topa con la dureza intelectual de sus dirigentes y los oportunismos particulares. Las derechas, especialmente, andan más preocupados por seguir ocupando sitio en el poder que por aportar entendimiento y soluciones reales para la convivencia. De resultas, se impide la evolución del sistema político y se propicia la frustración en los sectores que están por el diálogo.
Y, ¿qué hacer ante el obstruccionismo institucional?
Frente a la incapacidad de las derechas por entrar en una vía de solución a la cuestión territorial, y otras como el cerrojazo a la renovación en la judicatura, no hay más opción que aprovechar los instrumentos legales que brindan la Constitución y las leyes, que deben respetarse pero, también, usarse como instrumentos de desatasco y toma de decisiones cuando no hay acuerdo. En la cuestión territorial, es hora de dar pasos para cambiar el sistema político hacia la vía federal; la única estructura de Estado capaz de dotar de estabilidad política a España en las próximas décadas.
La fórmula federal, que funciona bien en países como Estados Unidos, Alemania, Bélgica o Suiza, solo es defendida con convicción por el PSC y Catalunya en Comú, que suman el 30 por ciento del electorado catalán. Enfrentados al soberanismo independentista, que desde hace diez años cuenta con el 50 por ciento de apoyo electoral, que no quieren saber nada porque, dicen, esa es una pantalla pasada.
El no del soberanismo a la vía federal no es otro que la desconfianza hacia un parlamento español que históricamente, y en el pasado inmediato en la nefasta etapa Rajoy-Soraya , nunca facilitó el diálogo territorial y que no cree en el federalismo; en consecuencia, el soberanismo independentista lo cree inviable.
Así las cosas, es al Gobierno a quien corresponde moverse mostrando credibilidad de Estado y, dando un paso al frente en la reforma federal, poniendo en el foco el federalismo como objetivo político. La primera actuación de calado político enfocado hacia la vía federal, y viable para esta mayoría parlamentaria, estaría en convertir a las comunidades autónomas en autonomías uniprovinciales.
Desde el punto de vista económico, razón principal de la división provincial de 1833, además del control político, las provincias se han convertido en reliquias administrativas. Y desde la instauración del modelo autonómico convirtiéndose en un contrapoder, no en equilibrio como se quiere vender, siendo al final la cuna de enchufismos y retiro de políticos en desuso, como ocurre en el Senado.
Sin duda, asimilar las provincias a las autonomías, luego cada una dividiría su territorio como administrativamente considerara más eficaz, daría una señal inequívoca de avance hacia el federalismo y permitiría, también, abordar la democracia territorial.
7 comentarios
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NegroponteTiene Ud. entera razón con una excepción Suiza sí es una federación, aunque se trate de una federación denominada confederación. Es parecido a lo de aquí: unas autonomías que en realidad son autonosuyas.
El federalismo del que habla el autor del artículo no es posible en España si lo que pretende es asimilarlo a los ejemplos que cita. En ninguno de esos países se pretende el debilitamiento del Estado Central y existe un fuerte sentimiento de nación. Son alemanes, estadounidenses o suizos por encima de todo, quizás, la única excepción sería Bélgica. En España el Estado Autonómico va más allá que cualquier “estado” de las federaciones que cita y, en ciertas autonomías, se considera el paso previo a la desmembración del Estado, cuando en otras se considera abiertamente superado y un paso atrás en desmembrarse del Estado actual. Convienen que el autor llame a las cosas por su nombre, que hable de una confederación de estados y así llamamos a las cosas por su nombre y podemos afrontarlas como toca. Eso sí, primero conviene que se aprenda las diferencias entre un estado federal y otro confederal, que por lo que se ve no las tiene muy claras. Y por cierto, Suiza no es una federación, es una confederación. Mucho ojo con este detalle que el autor pasa por alto.
SisetMADRID es la COMUNIDAD que MAS APORTA a la SOLIDARIDAD INTERREGIONAL y la que mas DEBE es CATALUÑA.
Espanya no és l'estat menys unit d'europa. Hi ha distintes cultures i cap de comuna, lo millor seria la desintegració.
Los EXPERIMENTOS......Con GASEOSA... El FEDERALISMO resultó un FRACASO de tal MAGNITUD en la Primer a REPUBLICA que durante la SEGUNDA REPUBLICA no fue NI DEFENDIDA por los propios partidos REPUBLICANOS. Seamos CLAROS el FEDERALISMO HOY es un INVENTO que viene de CATALUÑA con la UNICA INTENCION DE AUMENTAR LA BRECHA ENTRE REGIONES RICAS Y POBRES......
Que madrid deixi de robar a les demés comunitats i que cada un faci el que vulgui. Noltros som els més maltractats de tots i som els que més perdem per ser espanyols. Una ruina
¿Federalismo? Si sólo nos falta transferir la falta de vergüenza para ser los EDE, Estados Desunidos de España.