De las gestas y hallazgos jurídicos del Supremo, no exentos de cierto subrepticio afán legislativo, estamos desde hace años al cabo de la calle, y no nos dan ni frío ni calor, pero aun así, menudo pollo jurisdiccional montaron con la inhabilitación y expulsión del Congreso del hirsuto diputado de UP Alberto Rodríguez, por un supuesto delito no probado que se saldó hace siete años con una condena de 540 euros. Ha pasado casi una semana desde que Meritxell Batet, presidenta del Congreso de Diputados, jurista y tercera autoridad del Estado, haciendo de tripas corazón y para evitar una seria colisión de poderes, expulsó de la Cámara al presunto delincuente, y aún leemos a diario toda clase de refunfuños y comentarios de analistas estupefactos por el raro comportamiento del Supremo, que ni siquiera se molestó en ordenar explícitamente la inhabilitación (retroactiva), y mucho menos en explicarla. Por algo son el Supremo. Salvo el PP, que tras vapulear a Batet varios días ahora está eufórico, nadie acaba de entender el extraño proceder del Supremo en este embrollo y conflicto de poderes, ni su sobreactuación y desproporción de la pena. Y si abogados, articulistas y hasta jueces no lo comprenden, cómo voy a entenderlo yo, que de temas jurídicos sólo conozco las puñetas. En cambio, de rarezas sí que sé bastante, y me he fijado, en novelas y el cine, que cuando un sujeto tiene un comportamiento aparentemente ininteligible y estrafalario, y no da explicaciones, lo que suele pasar es que se está vengando. Quién sabe de qué. No hay que desdeñar el afán vengativo como motivo de su excesiva motivación, que a su vez genera sobreactuación. No digo que tal sea el caso del Supremo, Dios me libre, sino que a veces suele pasar. Por lo demás, no cabe acusar de decisiones desproporcionadas a quienes ya en el nombre, Supremo, llevan implícita cierta desproporción. Ellos, el Supremo. La cúspide judicial. Ni siquiera tienen que imponer, les basta señalar. Retroactivamente en este caso, decía. Normal la euforia del PP, esa sí vengativa, ante el desenlace retroactivo. Y compresible su empeño en mantener bloqueado el Poder Judicial. Les encanta tal como está.
Ellos, el Supremo
29/10/21 3:59
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5 comentarios
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VUve, no es lo mismo testificar en calidad de agredido que efectuar un comentario ligero en un foro periodístico. El policía agredido supongo que efectuaría un relato de los hechos. Pero, en fin, aquí lo que subyace es que hay unos señores que se han dado a sí mismos la condición de intocables e impunes.
NormaDinNo tenía pintas...! Gracias. Muy esclarecedor (si eso sale por la boca del agente agredido pierde el juicio). Ah, vale, que hay fotos, que el pavo estaba allí... pues no es definitivo. De nada.
Vàren sortir audios on representants del pp dèien "no vos preocupeu, tenim el tribunals". D'altra banda, en Villarejo forma part d'una "policia patriòtica" que se dedicava a extorsionar a podemos i a tapar les proves de la Gürtel, ara s'investiga com la trama kitchen. Considero que la premsa no en xerra lo suficient, és intolerable i és una falta democràtica molt greu.
Para afirmar que no está probado hay que conocer algo más que las puñetas. Salvo que hablemos por boca de ganso, claro. Así podemos meternos en cualquier jardín. Por cierto hay fotos, el pavo estaba allí, aunque lo niegue. No tenía pintas de pundoroso lord británico