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Puigdemont me recuerda a El Lute con sus continuas huidas de las fuerzas del orden público entonces vigente, aunque ahora se parece más a un político acabado, que a un político en activo que aparece en Sineu.

El Lute se reinsertó en la sociedad y triunfó como persona ¿Será capaz Carles de imitarlo y dejar el ‘procés’ en el baúl de los recuerdos?

Yo lo dudo, pues así Puigdemont vive muy bien.

El ‘procés’ despertó a una gran parte de un pueblo viejo y sabio como el catalán que escogió este camino impulsado por los errores del PP, pero erró en los medios imposibles hoy en día en una Europa real.

Quizás, los últimos acontecimientos de alianzas y Govern en Cataluña sirvan para avanzar más hacia una España Federal, con el apoyo de las verdaderas autonomías, las que hacen florecer a España y les dan fuerza y cohesión.

En Baleares, con respecto a España, somos pocos y mal avenidos, aunque Menorca, Ibiza y Formentera están también despertando con objetivos comunes ante la crisis social que ya tenemos encima, debido a la percepción de la crisis habitacional y migratoria, que tenemos y sufrimos. Como solución hace falta un partido que responda primero ante las islas y luego ante España.

El campo es otra asignatura pendiente cuya problemática me lleva a la reflexión de por qué no hay más cooperativas que comercializan directamente sus productos. Para encontrar estas soluciones, hay que crear un ente público-privado que acerque sus productos al consumidor de forma directa y sin intermediarios.

Con ello se conseguiría, que el sector primario viviera mejor y no tuviese que abandonar esa actividad tan importante, así como que el consumidor viese rebajado el coste de la cesta de la compra.

Bien está lo que hacen las grandes superficies al comprar producto de aquí pero no basta, hay que dar pasos adelante, como ya he dicho, ayudando a comercializar nuestros productos por parte de la Administración. ¿Pero será capaz el sector primario de conseguir acrecentar sus rentas sin poner sus productos al precio de los supermercados?

¿Quién sitúa la balanza y cómo, para que todo esté en equilibrio?

La Conselleria d’Agricultura tiene que seguir trabajando como hace ahora para que el consumidor compre más los productos de aquí, ya que siempre hay algunos que se aprovechan de las nuevas situaciones para incrementar su riqueza, que en muchos casos perjudica a la sociedad en general, ya sea confundiendo con las etiquetas o comprando a los foráneos sin elegir primero lo de aquí por calidad, por sentido de país y a buen precio.

Si no tuviésemos que mandar tanto dinero a la Administración central desde Baleares y pudiésemos gestionar mejor nuestros recursos a través de un estado federal, estoy seguro que podríamos ampliar nuestra calidad de vida a sectores más amplios de la sociedad, teniendo un futuro mejor.

¡Endavant i fora por!